Terminadas las elecciones, vale la pena hacer una cavilación sobre el resultado de la contienda en Barranquilla. Uno puede discutir un resultado electoral cuando los números generan suspicacias o exigen una atención especial, pero recibir el 73.24% de la votación y que el rival más cercano obtenga el 9.31%, manda un categórico mensaje sobre la seguridad que tiene el pueblo, en relación al liderazgo que prefiere.

Lo cierto es que muchas cosas buenas ha debido hacer Alejandro Char, para que, aunque no haga campaña, no participe en debates, la inmensa mayoría de los barranquilleros, de todos los estratos, se mantengan inamovibles en su redil.  

En estás elecciones hubo mucho ruido alrededor de su nombre, sin embargo, no existe  una sola condena en su contra, todo lo contrario, después de los comicios se reafirmó su legitimidad, pues no hay como justificar un fraude que incluya a 415.632 personas.

La democracia nos enseña que la decisión del pueblo es sabia y nada reprochable; al elegirlo de manera arrolladora por tercera ocasión, la ciudadanía manifestó su deseo de seguir por la misma senda,  en la cual cree y se esperanza.  

Mucha gente se preocupa, pensando en el bienestar de Barranquilla,  por la distancia ideológica que pudiera existir entre el alcalde electo y el presidente de la República, pero la amplia experiencia política que tienen uno y otro, aseguran la posibilidad de tender puentes, en medio de las diferencias por el bien de la ciudad.

Ahora, lo que si me parece oportuno es que el alcalde Char asuma este nuevo ciclo, con más generosidad respecto a los nuevos liderazgos, que sea una alcaldía más abierta, que escuche, que sea incluyente con otras expresiones de liderazgo capacitadas y que también aman a Barranquilla. 

Confiamos en que en su nuevo mandato Alex pueda cumplir la promesa que hizo en campaña de priorizar en el gran pendiente del desarrollo social, haciendo especial énfasis en la rampante inseguridad; y que de igual manera logre continuar con la espectacular tarea que él mismo comenzó, de darle la cara al río, esta vez desarrollando cabalmente al sector portuario, con el soñado Puerto de Aguas Profundas. Que pueda viabilizar nuestras playas en comunión con la Gobernación, las hermosee y las catapulte como verdaderos destinos turísticos, y claro, que también se logre aprovechar de manera sostenible nuestro mar, por ejemplo, para la pesca industrial. Son nuestros recursos naturales, en donde más potencial tenemos por desarrollar, un propósito que además se alinea perfectamente con uno de los ejes temáticos y de transformación de nuestro Plan Nacional de Desarrollo, el ordenamiento territorial alrededor del agua.

Nunca antes la alianza gobernación - alcaldía ha generado más expectativa en el Atlántico, una dupla ya probada y con buenos resultados, que ahora con lecciones aprendidas, con un estilo de liderazgo que el pueblo reeligió, llega a continuar la tarea. Qué importante será el gobernador Eduardo Verano para Barranquilla, que importante será el alcalde Alejandro Char para el Atlántico.

Pd. Por favor hágannos sentir bien representados en la defensa de los intereses del pueblo, no más abusos con las tarifas de energía eléctrica, no nos hagan sentir solos, como en la actualidad.