Recuperar el dinamismo del sector vivienda
La reactivación del sector de vivienda sigue siendo una asignatura pendiente de este Gobierno. A más de dos años de la llegada del presidente Gustavo Petro a la casa de Nariño, el sector considerado uno de los principales motores de desarrollo económico del país, continúa sin levantar cabeza con cifras que aumentan los temores para el próximo año. Escasea una ruta clara para enfrentar los enormes desafíos que tiene la construcción de vivienda nueva hoy.
Cuando las cifras positivas de agosto, nos hicieron pensar que la venta de vivienda podría cerrar el año con un importante incremento, el indicador volvió a la baja, retornándonos de golpe a un escenario pesimista. No ha sido suficiente la disminución de la inflación, ni la reducción en las tasas de interés para lograr una verdadera recuperación del sector. Aún hay mucha tela por cortar.
El pasado mes de septiembre se reportaron caídas históricas en las ventas. De acuerdo con la Cámara Colombiana de Construcción (Camacol), con solo 9.889 unidades habitacionales vendidas en todo el país, el noveno mes del año registró la cifra más baja reportada desde mayo de 2020 y entre los septiembres, la más baja desde 2010. Apenas por una diferencia 196 es superada por el mes de mayo de 2020, cuando Colombia atravesaba la etapa más fuerte de la pandemia.
La tendencia que está presentando el sector es alarmante, son más de 25 meses de caídas consecutivas que golpean fuertemente la economía nacional, el desarrollo y las cifras de desempleo, solo por mencionar algunos. La falta de subsidios en el sector, los cambios del programa de Mi Casa Ya, las demoras en los desembolsos, los aumentos en el costo de insumos, y ahora los aranceles a las importaciones de materiales esenciales para la construcción de nuevas viviendas, son solo algunas de las causas asociadas a este decrecimiento.
Se viene fallando en la política pública de acceso a vivienda, principalmente en el segmento de ventas de viviendas de interés social (VIS), y lo peor es que nada se está haciendo para mitigar esta problemática. Miles de familias colombianas de estratos 1, 2 y 3 que le apostaron a cumplir el sueño de tener casa propia han revertido su decisión debido a los costos que se han trasladado a los proyectos. En el mencionado reporte, la caída en ventas de VIS fue del 6 % anual en septiembre con 7.094 unidades, mientras que un año atrás fueron 7.509.
Para el próximo año el panorama es incierto y preocupante. Con la reducción en los subsidios de Mi Casa Ya, que pasarían de $4,3 billones de 2024 a $2,66 billones en 2025, y la adopción de medidas de salvaguardia, ronda el pesimismo en el sector. Urge mitigar las actuales problemáticas en la construcción de vivienda y revertir la fuerte tendencia, se necesitan mayores garantías sobre los subsidios, así como aumentar el número de los mismos, para que más familias colombianas de escasos recursos tengan la oportunidad de acceder a su vivienda propia y mejorar su calidad de vida. En conclusión, hay que apostarle a la recuperación del dinamismo del sector vivienda.