A medida que transcurren las horas comienzan a conocerse más detalles que rodearon el asesinato del fiscal antidrogas paraguayo Marcelo Daniel Pecci Albertini, ocurrido a las 10:45 de la mañana de este martes en la playa del hotel Decameron, en Barú, cerca de Cartagena.

Una de las pistas más importantes en poder de los investigadores es el video en el que aparecen los presuntos sicarios negociando el alquiler del Jet Sky, o moto acuática utilizada para llegar al sitio donde se encontraba Pecci, matarlo, y luego huir.

Este video muestra en primer plano a quien las autoridades señalan como el sicario: un hombre joven, alto, de 1,75 de estatura aproximadamente, complexión delgada, pero atlética, rostro fileño y piel morena.

Vestía de negro, lucía un sombrero blanco y se ocultaba los ojos con unas gafas oscuras.

Llega acompañado de otro hombre joven, de más baja estatura, que lleva puesto un chaleco salvavidas y al parecer otro chaleco en la mano derecha.

A los dos se le ven ya en el negocio de alquiler del equipo náutico y al parecer se retiran, pero alguien como que los llaman y los dos se regresan presuntamente a finiquitar el alquiler de la moto acuática.

La arrendaron por una hora que les costó 200 mil pesos, pero solo la utilizaron 16 minutos.

O sea, el tiempo que emplearon entre la salida del sitio y la llegada a la playa del Decameron donde asesinaron al fiscal, y el tiempo de fuga de la escena de regreso a entregarla.

El recorrido para lograr su objetivo criminal fue de unos dos kilómetros en medio del mar, partiendo desde donde alquilaron la moto.

El propietario del negocio de alquiler de estos equipos, declaró a las autoridades que no tiene nada que ver con el hecho, que no conoce a los sujetos y que solo hizo con ellos un negocio más, normal, como todos los que llegan en búsqueda de estas Jet Sky, alquilarla sin mucho protocolo.

Si le llamó la atención que los sujetos se cambiaron de ropa, se marcharon caminado muy a prisa, luego se montaron en una motocicleta y salieron por el segundo parqueadero del balneario de Playa Blanca.

Obviaron el primero porque en ese hay permanente control de la Policía, dijo.

La moto acuática alquilada por los asesinos es de color rojo, y se encuentra en poder de la Policía.

Los investigadores la sometieron a un exhaustivo análisis para recopilar huellas dactilares que sirvan en la identificación de los criminales.

Las autoridades colombianas revelaron que han realizado un centenar de diligencias para obtener pruebas que permitan esclarecer este sonado caso que ha causado conmoción internacional.

Los investigadores han revelado que según la información recopilada los asesinos presuntamente no son colombianos, pues tenían un evidente “acento caribeño extranjero”.

Según analistas este sería un eufemismo para no decir que el acento sería de personas oriundas de Venezuela. En todo caso todas las líneas investigativas son analizadas con mucho cuidado.

De otra parte, ya se encuentra en Colombia la comisión de investigadores paraguayos que trabajan también en el caso.

Se trata de los comisarios Nimio Cardozo, Pedro Lesme, Sergio Insfrán, y los fiscales Alicia Sapriza y Manuel Doldán.