“Es una desfachatez y falta de respeto por parte de Electricaribe, que no estamos dispuestos a admitir”
La respuesta de la Alcaldía de Barranquilla a la demanda de la compañía.
La Alcaldía de Barranquilla manifestó este martes su plena confianza en la administración de justicia, ante la insistencia de Electricaribe de cobrar por la subnormalidad eléctrica de algunos barrios de la ciudad que, incluso, ya superaron esa condición.
La Alcaldía aclaró que el proceso judicial promovido por el prestador de servicios públicos apenas se encuentra en su etapa inicial.
Cuando se inicia un proceso ordinario, el juez produce un auto de admisión de demanda; si es un proceso civil, el equivalente al auto de admisión de demanda es, justamente, el mandamiento de pago.
Lo que sucede a continuación es que el proceso se abre para que las partes intervengan.
Así, la Alcaldía de Barranquilla presentó recurso de reposición en consideración a los errores sustanciales de la demanda y del trámite otorgado ante la jurisdicción civil.
A partir de este momento, según comunicado de la Alcaldía, le corresponde al despacho judicial revisar si repone o no el mandamiento de pago, dando inicio a otro debate judicial por cuanto debe resolver los mecanismos de defensa planteados.
Se avecina, pues, un largo debate judicial ante el cual “no bajaremos los brazos hasta obtener la declaratoria de no pago de dicha obligación”, sostuvo el Distrito.
“Confiamos en la probidad de nuestra justicia para que los argumentos del Distrito resulten vencedores frente a las pretensiones de una empresa prestadora que, en cambio, si deja muchas deudas con la ciudad”.
Cabe señalar que la demanda de Electricaribe se ampara en acuerdos comunitarios firmados hace muchos años sin los elementos de ley necesarios para constituir una obligacion de la ciudad con la empresa.
La obligación, como lo admitió Electricaribe en un comunicado de prensa publicado el día 1 de septiembre de 2020, en el que presenta como gran noticia lo que apenas es un procedimiento judicial, data de varios lustros. Eso quiere decir, inclusive, que esas obligaciones estarían prescritas, toda vez que esos barrios con subnormalidad energética de la época ya no tienen esa condición y dichos acuerdos no cuentan con las apropiaciones presupuestales necesarias.
“Por donde se mire es una desfachatez y una falta de respeto por parte de la empresa, que no estamos dispuestos a admitir”, declaró enfáticamente la Alcaldía de Barranquilla.