El Arzobispo de Barranquilla Jairo Jaramillo Monsalve no tiene que esperar, ni siquiera una centésima de segundo, para afirmar que volvería a tomar el camino de servir a Dios si pudiera retroceder en su vida.

“Dios me ha dado tantas maravillas a lo largo de mi vida que lo único que siento es gratitud”, aseguró el servidor a Dios en diálogo con Zona Cero momentos antes de la celebración de sus bodas de oro en su carrera sacerdotal.

Este sábado 25 de junio la Catedral Metropolitana María Reina se vistió de lujo para rendir tributo a Monseñor, un sacerdote antioqueño que sintió el llamado de Dios siendo un adolescente y no dudó en darle respuesta ofreciendo su vida para convertirse en su instrumento.

Con la presencia de familiares, amigos, sacerdotes de la Arquidiócesis de Barranquilla, autoridad civil y militar, el Arzobispo de Barranquilla ofreció una ceremonia litúrgica en la que agradeció a Dios por sus años de servicio a la comunidad e hizo un repaso por todos los logros que alcanzó en medio siglo de servicio a la Iglesia Católica.

“Con alegre y sincero corazón te lo he entregado todo”, destacó el sacerdote de 75 años de edad, quien se ordenó el 26 de junio de 1966 en Antioquia por Monseñor Alfredo Rubio Díaz, luego de finalizar sus estudios de Teología en la Universidad Javeriana de Bogotá.

Durante su sermón, el Arzobispo destacó los proyectos en los que tuvo el placer de trabajar y que dejaron huella en el país como la creación del Centro de Bienestar al Anciano en Antioquia, Fundación Jesús Infante para niños de escasos recursos,  la Universidad Católica del Norte, entre otros.

“Además, me complace decir que estor haciendo parte del proyecto de la Universidad Católica del Caribe, que será una gran ayuda para todas las personas que deseen estudiar”, afirmó Jaramillo.

Lucernario

La ceremonia, con una duración de casi dos horas, tuvo un momento especial como el Lucernario, en el que se encendieron seis cirios, cada uno con un mensaje significativo como su ordenación, cuatro cirios en honor a su carrera sacerdotal y un último como homenaje a lo que viene para su vida como sacerdote.

“Estaré como Arzobispo de Barranquilla hasta que el Papa quiera”, se refirió el hombre de Dios sobre su destino ahora que llegó a sus bodas de oro como servidor del Señor.

Monseñor Jaramillo renunció, como era su deber, antes de cumplir  los 75 años, mientras permanece en su cargo, sin afanes hasta que el papa Francisco decida un sucesor en el tiempo que estime conveniente.