Párroco ofrece iglesia para bautismo pero familiares de la niña no lo aceptan
¿Dónde está el papá?, la pregunta de la discordia.
El párroco de la Iglesia San Clemente Romano, Oscar Eduardo Arango Franco, reiteró que en ningún momento se negó al bautismo de una niña el pasado domingo, tal como denunciaron familiares de la menor, y ofreció sus oficios para realizarlo en el momento que ellos así lo decidan.
Sin embargo, los familiares de la niña no aceptaron el ofrecimiento por considerar que el domingo en la mañana se sintieron “humillados, ofendidos y puestos en ridículo”.
Arango Franco relató detalles de lo sucedido en su parroquia. “No se tocó el tema de que ella madre soltera. Nunca les pregunté a ellos o a la mamá si estaban casados. Nunca me negué a realizar el bautismo. Sencillamente, cuando los llamé para el bautismo pregunté por el papá. ¿Dónde está el papá? Y me dicen: no tiene papá. ¿Dónde está el papá? Y me dicen que no tiene papá. Inmediatamente se acercó un señor que estaba con ellos y dijo: “Yo hago de papá”. Yo digo, al papá nadie lo puede suplantar ni reemplazar. Volví a preguntar: ¿Dónde está el papá? Y me dicen, no, es que no tiene papá. Y digo: ¿cómo que no tiene papá? Y comienzo a explicarles sobre la importancia de la presencia de los papás en el bautismo”, manifestó.
Agregó que todos los domingos, durante los bautismos, insiste en la responsabilidad de los papás “porque ellos son los responsables de la educación cristiana de sus hijos y de que ellos sigan recibiendo los demás sacramentos, porque no se trata de bautizar por bautizar. Los papás deben estar presentes en el bautismo. Que no puedan por alguna circunstancia es otra cosa, porque haya muerto, esté de viaje o que no quiera estar presente porque tampoco se le puede obligar”.
“Yo les preguntaba a ellos: ¿Ustedes invitaron al papá? Y me dicen: es que no tiene papá. ¿Ustedes le dijeron al papá que iban a bautizar a la niña? Y me dicen: es que no tiene papá. Entonces, una señora, creo que es la madrina, comienza a decirme: esa es una imprudencia suya. Y le digo: no es ninguna imprudencia preguntar por el papá. Me insiste: qué es una imprudencia suya. Le respondo, no es imprudencia, y así nos quedamos un rato. Luego dijeron: entonces, nos vamos. Yo les dije, bueno, si quieren irse váyanse. Y eso fue todo”, precisó.
Indicó que todo ello no fue durante la misa, porque los bautismos siempre los realiza al final de la misma.
“Dicen que yo los había ofendido, no fue mi intención ofenderlos. Si ellos se sintieron ofendidos, entonces les ofrezco excusas si ellos se sienten ofendidos. Yo no me negué en ningún momento a realizar el bautismo tanto que yo seguí los otros, tanto que les dije que el único que nació sin papá fue el Niño Jesús”, recalcó.
Dijo estar dispuesto a bautizar a la niña. “Ya la puedo bautizar, yo no me opongo, porque nunca dije que no la bautizaba. Según la señora, la imprudencia mía fue haber preguntado por el papá delante de los otros bautismos, que los demás no tenían porqué enterarse, pero es que esto es un acto público”.
Puntualizó que “si ellos quieren ir a bautizarla en la semana es un poco incómodo, porque los bautismos tienen su horario los sábados o domingos. Pero si ellos quieren yo no tengo problemas. Y seguramente si van a otra parroquia no les van a poner problemas, pero seguramente les van a preguntar por el papá”.
Por su parte, familiares de la niña, ratificaron su versión sobre lo sucedido.
“Nosotros llevamos a la niña para que recibiera el bautismo y antes de la ceremonia el padre dijo: papá, mamá, padrinos y madrinas. La mamá se acercó con la niña y el padre le preguntó: ¿Dónde está el papá? La mamá le dijo que no vivía con el papá de la niña, que ella vivía con la niña y era la responsable de ella porque no estaban viviendo juntos”, manifestó Enelis Mercado, tía segunda de la menor.
“Fue cuando el padre dijo: ¿Cómo así? El papá debe estar para el bautismo porque tiene que cumplir obligaciones. Me acerqué y le dije que la niña no vivía con el papá y me dio el micrófono para que hablara ante todos y ventilar la vida privada de mi sobrina en público. Le insistí y le dije que a los demás no les interesaba ventilar en público la vida de mi sobrina y me dijo: yo necesito al papá acá para que se haga responsable. Le dije que eso era una imprudencia y me decía que no. Le pregunté que si iba a bautizar a la niña y me dijo que él necesitaba al papá”, señaló.
Ante la insistencia, afirmó, “decidimos retirarnos, pero antes le dije que si no le importaba, no le dolía lo que estaba haciendo con la niña, y me dijo que ni le importaba ni le dolía. Le fui a entregar la boleta de bautismo y me dijo que me acercara a la secretaría para que me devolvieran el dinero”.
Aseguró que los familiares no aceptan el ofrecimiento del párroco para bautizar a la niña en esa iglesia. “Nos sentimos humillados, ofendidos y nos hizo poner en ridículo porque muchos se reían de lo que estaba pasando”, expresó.
“Estos casos hay que denunciarlos porque se vulneran los derechos de una niña a quien se le puso en ridículo”, puntualizó.