Yenny Flórez, la madre de Daniela Espitia, la joven asesinada en una habitación de un motel del centro de Barranquilla, no tiene palabras para describir el dolor que siente desde la tarde del lunes festivo 17 de agosto cuando las autoridades confirmaron que la mujer de 21 años había sido asesinada con pico de botella.

De ese hecho se señala como responsable a Deimer Díaz Mendoza quien fuera el compañero sentimental de Daniela y padre de los dos hijos de la joven. El mayor de los pequeños tiene cinco años y la menor tiene dos.

“No hay palabras para describirlo, cualquier palabra se queda corta. Cualquier persona que se pueda conmover sabrá que no estamos pasando por un buen momento”, dijo en medio del dolor la progenitora de Daniela.

Compungida, la señora Yenny afirma que “estos son los amaneceres más amargos de mis días”. “Ver salir el sol con la niña en los brazos sin dormir esperando que llegue su mamá, es muy difícil”, dijo.

Como su familia, Yenny pide justicia por el hombre que le quitó la vida a su hija con un pico de botella, “porque mi hija no merecía esa muerte tan fea”.

Para esta dolida madre, con la llamada que quien fuera su yerno hizo a sus familiares diciéndoles que había asesinado a Daniela, pero sin decir el lugar,  “uno dice ese es un psicópata”. “¿Cómo va a matar y no va a decir dónde?”, se pregunta la mamá de Daniela.

Como ese lunes la joven no aparecía, sus familiares comenzaron a buscarla por clínicas y hospitales de Soledad. Hasta acudieron a la Policía. Fue en esta institución en esa población del área metropolitana en donde les informaron las circunstancias en que había sido encontrado el cuerpo de una joven en un motel del centro de Barranquilla.

Esperando que no fuera Daniela, la familia se trasladó al lugar informado. Allí las autoridades reportaron que se trataba de una joven sin identificar. Luego se confirma con las cámaras de seguridad que Deimer Díaz Mendoiza se había llevado el morral de la joven con sus pertenencias y documentos.

Para doña Yenny esta es la triste historia de un final el cual ella temía podía suceder en algún momento. “Yo en mi sentir de madre presentía que a mi hija le había pasado algo”.

Deimer tenía dos denuncias ante Fiscalía y tres de Comisarías, por violencia intrafamiliar.

“Pero lastimosamente pasó lo que presentía, el fatal desenlace, lo que mi corazón temía como madre”, finalizó.