Gran indignación ha causado entre la población soledeña el hurto de que fue objeto la imagen del Ángel de la Iglesia San Antonio de Padua, en plena plaza central del municipio.

De acuerdo con lo relatado por el Sacerdote Humberto Brun, el hecho se registró a la 1:30 de la mañana del primero de enero, cuando todavía los soledeños se confundían entre besos y abrazos, en medio de los pitos, celebrando la llegada del Año Nuevo.

“Sin embargo, nosotros nos enteramos tres días después. Como la Gobernación del Atlántico está realizando unas obras, existen áreas restringidas al interior del templo. Una primera versión del celador fue eso sucedió el primero pero lo dijo 3 días después cuando el Ingeniero residente de la obra notó la ausencia de la imagen y pensaba que había sido retirada para conservarla y no sufriera daño alguno durante los trabajos”, precisó el párroco en declaraciones para Atlántico en Noticias.

En esa primera versión, agregó, “el celador señaló que 4 personas irrumpieron y se llevaron la imagen, que pesa una barbaridad. En esa primera versión dijo que se la habían llevado en un motocarro, pero lo increíble del hecho es que a esa hora había un cordón de seguridad impresionante debido a la posesión del Alcalde que estaba prevista para las 8 de la mañana”.

Después, ante los investigadores de la Sijín el mismo celador entregó una segunda versión: ya no fueron 4 sino 7.

Para el Sacerdote, lo que le llama la atención es que en el mismo lugar funcionan unas oficinas que dispone de computadores y otros equipos de gran valor comercial. “Pero a ellos no les importó eso, sino solamente la imagen”, recalcó.

Se trata de una imagen de por lo menos 1,50 metros de altura y un peso aproximado de 400 kilos, muy difícilmente de transportar en un simple motocarro.

El consorcio a cargo de las obras instauró las correspondientes denuncias ante la Sijin y Fiscalía.