'Mane' Díaz, el que más rezó, gozó y lloró con los goles de Lucho a Brasil
El padre del delantero de la Selección Colombia presenció en el estadio el histórico triunfo.
Luis Manuel Díaz, padre del delantero Luis Díaz, recién liberado de un secuestro, celebró este jueves con lágrimas y a rabiar los dos goles que anotó su hijo para la remontada 2-1 de Colombia ante Brasil en el estadio Metropolitano Roberto Meléndez de Barranquilla.
El hombre, que fue liberado el jueves de la semana pasada tras permanecer 12 días secuestrado por la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN), no pudo contener las lágrimas y celebró con emoción desbordada las anotaciones de su hijo Luis Díaz, delantero del Liverpool.
El padre del futbolista, vestido con la camiseta amarilla de Colombia y un rosario colgando del pecho, saltó de la emoción y fue abrazado por las personas que lo rodeaban en el estadio.
Colombia empezó perdiendo desde los 3 minutos el partido de las eliminatorias mundialistas con Brasil pero Díaz, con dos anotaciones de cabeza a los minutos 74 y 78, puso a Colombia adelante de la Verdeamarela.
"Gracias a Dios Lucho estaba haciendo para (marcar) los goles, no querían llegar pero yo tenía la fe de que iban a llegar porque hoy había un motivo para hacer goles y para festejar y ganarle a Brasil para que quede para la historia", manifestó el padre del delantero colombiano a Caracol TV al concluir el partido.
El padre de ariete añadió que se siente "emocionado porque logré mi libertad gracias a mi hijo y a todo el pueblo colombiano que me brindó el apoyo y a mi familia para que yo pudiera salir de este cautiverio. Gracias a todos de verdad, con mucho cariño".
Luis Manuel Díaz dijo que hay que "seguir adelante" apoyando a los deportistas de su natal departamento de La Guajira y concluyó con un "¡qué viva la libertad y que viva la paz para Colombia!".
Luis Manuel Díaz, fue entregado el jueves pasado a una comisión humanitaria de la Misión de la ONU en Colombia y de la Iglesia católica en las estribaciones de la serranía de Perijá, cerca de Barrancas, en el departamento caribeño de La Guajira, donde fue secuestrado el pasado 28 de octubre.
Padre e hijo se reencontraron el martes por primera vez desde que el hombre fue liberado, en la concentración de la selección colombiana en Barranquilla.
EFE