La potencia de su voz, una interpretación que viene desde el alma, la delicadeza de sus movimientos y el amor por el bullerengue son algunas de las características que hoy describen a la cantora Lina Babilonia, una mujer que honra sus raíces y mantiene vivo un legado cultural que ha transmitido por generaciones.  

Nacida en María La Baja, Bolívar, a lo largo de los años se ha dedicado a interpretar la sabrosura de los bailes cantaos como el bullerengue, tambora, chandé, chalupa; y los sones instrumentales más alegres: gaitas, fandango y caña de millo.  

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Lina Babilonia es una hija adoptiva de Barranquilla, ciudad que para ella la convirtió en una artista del folclor ante el Caribe. Tiene 57 años, número que comparte sin el pudor de muchas mujeres cuando se les pregunta la edad.  

Sin titubear empieza a rememorar cómo se convirtió en una de las figuras más representativas siguiendo la línea de Totó la Momposina, Petrona Martínez y Etelvina Maldonado.  

“Lina Babilonia es una mujer que vino en busca de hacer realidad sus sueños, de ser buen músico y perfeccionar sus habilidades musicales. Yo vengo de María La Baja, una tierra bullerenguera y fandanguera, pero por cosas de la vida no tuve contacto directo con mi tradición, con mis raíces, sino que las vine a tener en Barranquilla y eso porque mi amigo Tomás Teherán me dijo que yo debía explorar mi voz y esa búsqueda de música tradicional me ha traído hasta aquí. El bullerengue lo es todo para mí, es vida”, señaló para Zona Cero. 

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“La fibra más delgada de mi corazón”  

 Lina Babilonia en su carrera artística ha creado una fusión única de tradición musical, lleva sobre sus hombros la responsabilidad de mantener viva aquella herencia que viene de generación en generación. 

“En cada canción cuento la historia de mis ancestros, de mi territorio, una parte de mi vida también a pesar de que no estuve tan adentro de mi tradición porque vengo de un padre que era muy machista y escasamente nos dejaba ir al colegio y regresar a la casa porque no le gustaba que uno saliera, pero cuando conocí de mis raíces ancestrales he vivido y he amado lo que soy”, señaló.  

Para Lina, el bullerengue no es más que “la fibra más delgada de mi corazón”, un “desahogo” al dolor y sufrimiento que padeció la comunidad afro. 

“Me siento tan orgullosa de mis raíces. Es algo que está dentro de mi sangre, de mi corazón. Es algo que vivo y siento desde el alma. El bullerengue es sensible, es humano”.  

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Lina Babilonia y Son Ancestros  

Esta cantora de bullerengue ha sido una abanderada de su folclor en diferentes partes del mundo. Fue su amplia experiencia la motivación para crear su propia agrupación ‘Lina Babilonia y Son Ancestros’, la cual tiene como objetivos continuar en la difusión de la cultura afro.   

“‘Lina Babilonia y Son Ancestros’ es un grupo que lleva más de seis años haciendo música, no solamente los aires de bullerengue, sino cumbia y la tambora, todo esto con el respeto que se merece nuestra tradición”.  

Grito de libertad 

‘Aquí estoy’, ‘Ron café’, son algunas de las canciones que hacen parte de la historia de Lina Babilonia. A ella se le sumará ‘Liberto’, una mezcla de “nuestra música” que será lanzada el 11 de octubre.  

“Es una parte de esa búsqueda de ser libres, porque aún no lo somos del todo”, dijo.