La segunda noche del Festival Nacional Autóctono de Gaitas de San Jacinto, Bolívar, fue mágica. Los grupos infantiles, las parejas bailadoras, los grupos de gaita en la categoría aficionado, las canciones inéditas y el repentismo de los decimeros engalanaron una jornada más del festival.

Hasta las horas de la madrugada el público gozó y bailó con el sonido de la gaita y los tambores. La competencia oficial comenzó y cada uno de los participantes pusieron a vibrar a todos los presentes.

Lo niños de la agrupación Herederos Ancestrales de San Jacinto, Bolívar, se encargaron de abrir el telón. Como en la primera noche, los pequeños artistas se robaron todas las miradas y los aplausos. Y es que no solo los sanjacinteros gozaron, los extranjeros no se cansaron de bailar por cada uno de los rincones de la tarima.

Las parejas bailadoras le pusieron el romanticismo a la noche, con ese coqueteo y ese galanteo cautivaron al público. En la categoría de gaita aficionado, uno de los grupos que más deleitó fue Flor de Cerezo de Bogotá, conformado solo por mujeres. Gracias a la forma en la que ejecutan cada uno de los instrumentos esta agrupación bogotana fue una de las más aplaudidas.

“Somos el grupo femenino en esta categoría, creo que lo hicimos bien porque todos nos felicitaron con nuestra presentación. Somos mujeres de Bogotá que nos gusta la música de gaita, la única integrante que no es de Bogotá es la ‘machera’, ella es de aquí de San Jacinto”, dijo Alejandra Díaz, la cantante de esta agrupación.

La noche se cerró con un verdadero espectáculo entre los decimeros que con sus versos se ganaron los aplausos. El carmero Julio Cárdenas Guerrero y el soledeño Danny Zora Silvera fueron los más ovacionados y sostuvieron un verdadero duelo con versos originales.