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Alcaldía de Ciénaga

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La alborada caimanera este 20 de enero en Guaimaro Magdalena

Tradición centenaria que a ritmo de Pajarito recorre la población acompañando a este famoso reptil.

Por: Lisandro Polo Rodríguez

"Hoy día de San Sebastián cumple años Tomasita y ese maldito animal se ha comido a mi hijita"...

Con esta estrofa que se le atribuye al maestro Eulalio Meléndez, creada por allá por los años 1886, nos transportamos imaginariamente a Ciénaga Magdalena, cualquier 20 de enero día de San Sebastián en la Fiesta del Caimán, celebración que gira alrededor del reptil de la familia de los aligatóridos, conocidos como caimanes, que se distribuyen en las regiones subtropicales. 

Son muchas las poblaciones ribereñas que realizan en esta fecha diversos festejos en honor al "Rey del Río".

En Guaimaro - Magdalena, población ubicada entre Remolino y Salamina, es una tradición que lleva más de 100 años de existencia, en donde a lo largo de su habitual recorrido por toda la población. Se acompaña a la figura del reptil, la cual es elaborada en madera y materiales reciclables, accionados por lugareños poseídos del espíritu reptiliano, quienes van al compas del ritmo de los tambores, al son de la música de "Pajarito", la llamada música de "Negritos". Se improvisan versos acompañados de tambor y guacharaca, con coros constantes.

Durante el recorrido se realizan estaciones en determinados puntos o en casas de personajes, a los que se les improvisan coplas, a las cuales los visitados deben pagar, ya sea con ron o con dinero para continuar la juerga, la cual es un desenfreno de confraternidad, hermandad y camaradería parrandera; jolgorio que inicia en las primeras horas del día alegrando los primeros rayos del sol, y contagiando el canto de los gallos con la "Alborada Caimanera".

Este festejo del Caimán se realiza en diversas poblaciones de la riberas. En ellas se pueden apreciar una variedad de formatos musicales en el acompañamiento de este reptil artesanal en su jornada anual a través de los años, algunas de ellas presentando variaciones.

Como lo dice la investigadora cultural natural de Sevilla - Zona Bananera, Osmalia Gutiérrez: "Esa melodía antes era bastante marcada, sencilla, plana y hoy en día es más melódica; por efectos de la coreografía, el maestro Víctor Ricardo le incorporó unas variantes por petición del coreógrafo Omar Gastelbondo, incluyéndoles unas figuras que hoy día se conocen como bajadas, colocándole melodía a uno de los versos para enriquecer esa parte en la coreografía".

Y es que en Ciénaga y toda esa zona, la música eran con versos acompañados incluso de cañamilleros o instrumentos tradicionales.

Allá por los años 80, fue que se hizo ese cambio donde se le incluyó el clarinete, como instrumento esencial, con el acompañamiento rítmico de la Joricamba, ritmo parecido a un ritmo de baile cantao y a la puya farotiá, como lo corrobora el artículo del Boletín Informativo del Centro de Investigaciones y Recursos Educativos del Instituto Nacional de Formación Técnica Profesional "Humberto Velásquez García" de Ciénaga - Magdalena, (Revista No. 17) "detrás viene un conjunto de músicos: gaita indígena, caña de millo, los tambores rituales, y las guacharacas. Adelante traen un caimán de "papel maché" que lleva un hombre introducido en la panza. En las fauces, una muñeca de trapo".

Tal como se conoce, es una recreación coreográfica y musical de Eulalio Meléndez, quien en 1886 para un carnaval de Ciénaga, compuso la música de la danza uniendo los versos de Manuel Inocente Varela y dándole una especie de minidrama basado en la desaparición de una hija del autor llamada Tomasita.

Algunas investigaciones realizadas por Guillermo Henríquez y Carlos Domínguez señalan que el caimán en Ciénaga era un animal importante para la comunidad. Es decir, era un animal totémico.

Por ejemplo, en cerámicas de la cultura Tayrona, se encontraron varios sellos de barro - para impresión con tintas vegetales - que tenían a un hombre bailando dentro de un caimán.

Carlos Domínguez Ojeda nos relata que el decimero Lisandro Marriaga en 1864 escribió los versos de la primera danza, y en sus versos hace alusión a la señora Esther Mantilla, natural de Santana, residenciada en el barrio "Rincón Guapo" que en la época de la creciente, ella iba a lavar a la ciénaga, colocó el lío de ropa en una piedra, de pronto el saurio emergió de las aguas llevándose a su hija. La señora aterrada empezó a dar gritos.

Los pescadores de Pueblo Viejo salieron a su llamado, hechos que han sido recreados hasta la fecha en la población de Ciénaga Magdalena, pero que en cada una de las poblaciones de la Ribera del Río Grande de la Magdalena, tiene su sentir y su goce propio, el cual celebran religiosamente cada 20 de enero Fiestas de San Sebastián en el popular día del moja moja.

Ay mi hijita linda dónde está tu hermana.

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