
"¿Cuántas te doy, mi rey?", la 72 en su ‘agosto’ por el Carnaval
Han llegado vendedores de otras ciudades para la temporada del Carnaval de Barranquilla.
"Venga que sí hay", "¿Cuántas te doy, mi rey?", "Qué te vas a llevar, mor", "Pregunte por lo que no vea", son algunas de las expresiones que escuchan los caminantes y compradores sobre las calles de la extensa 72.
Los vendedores informales buscan su 'agosto' ante la movida temporada que genera el Carnaval de Barranquilla.
Y si bien el Carnaval se celebrará oficialmente del 1 al 4 de marzo, la preparación de los vendedores viene prácticamente desde enero cuando empezaron a alistar sus ventas al público.
El movimiento comercial inició su ascenso con los eventos previos, incluso con los conciertos de Shakira en la capital del Atlántico.

La mayor concentración de las ventas alusivas al Carnaval de Barranquilla se presenta entre las carreras 43 y 47, sectores de mucho movimiento no solo en transeúntes sino también en compradores que llegan desde sus vehículos o motocicletas buscando prendas o decorativos para sus familiares y amigos.
El repertorio carnavalero es bastante amplio y queda difícil, en su mayoría, no encontrar lo que el comprador está buscando: "Pregunte por lo que no vea", afirmó un vendedor.
Alusivo al Carnaval hay camisetas, sombreros, pulseras para muñequera, tobilleras, llaveros, vinchas, mochilas, gorras, billeteras, vasos, disfraces (marimonda, congo, negrita puloy, monocuco y garabato), muñecos de los disfraces, lapiceros, máscaras, corbatas, accesorios, servilleteros, cuadros, maracas y tambores. De todo.

Las carnestolendas no solo atraen a turistas de otros países, sino también a vendedores de distintas ciudades como Medellín, Bucaramanga, Manizales, Armenia, además de los locales que llevan tiempo instalados en la calle 72.
Y a pesar del inclemente sol, los vendedores se instalan en sus puestos desde las 6 de la mañana hasta las 9 de la noche y brindan todo tipo de precios. Desde una pulsera de cinco mil hasta conjunto de disfraces en 600 mil pesos.
Nelson Rodríguez, vendedor que llegó desde Manizales, aseguró que lleva 30 años viniendo a Barranquilla para aprovechar la temporada del Carnaval y confiesa que es una época para obtener las ganancias que generan las fiestas mediante la informalidad.

Luz Elena Pardo, quien llega desde hace tres años procedente de Bucaramanga, se queda unos días después de las fiestas para disfrutar de 'La Arenosa'.

Y Adriana González, de Medellín, vino por primera vez y busca atraer a los clientes con el acento paisa al usar frases típicas de la capital antioqueña, como "Qué te vas a llevar, mor".
Coinciden en que abrir temprano y cerrar tarde ayuda a aprovechar los tipos de públicos que suelen presentarse, más en estos días que ya se acercan los días de fiesta y los compradores pueden dejar las compras a última hora.

En el plano local, Javier Hernández y Miguel Santamaría afirman que las ventas suelen ser "muy productivas" y diariamente alcanzan ganancias mayores en comparación con días de temporada baja.
Entre las compras más repetitivas, están los sombreros y disfraces, tradicionales del Carnaval y que son los más buscados por los turistas, que llegan de Alemania, Estados Unidos, Perú y México; y de otras ciudades del país como Bogotá, Cali, Pasto e Ibagué.
