Científicos ensayan terapia para adelgazar con descargas eléctricas
Con dos electrodos activan una parte del cerebro e inhiben otra para que las ganas de comer desaparezcan.
Un total de siete científicos, especialistas en nutrición, neurología, fisiología y neuropsicología de la Universidad de Oberta de Cataluña y de la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard, están al frente de un ensayo de una terapia innovadora que busca quitar el hambre con descargas eléctricas.
¿En qué consiste?
La terapia consiste en activar una parte del cerebro e inhibir otra, utilizando dos electrodos. El primero estimula la corteza prefrontal dorsolateral, donde reside el autocontrol y la impulsividad y el segundo inhibe el cerebelo, encargado de regular la ingesta y la respuesta de saciedad.
Como resultado, esto genera que las ganas de comer desaparezcan y al comer menos, en consecuencia adelgazas.
Ensayo pionero en el mundo
Carmen fue elegida dentro de un grupo de ocho voluntarios entre los 25 y 50 años para formar parte del ensayo, el primero en el mundo. La mujer de 37 años sufre de obesidad leve. Pesa 81 kilos y mide 1,60 de estatuta.
Su historia es contada en una crónica publicada hoy en el diario español El Mundo. Dicen que cuando la llamaron “no le dio demasiadas vueltas a la propuesta de colocarse unos electrodos en la cabeza. Lo más que pudo sentir entonces fue algo de calor y un fugaz cosquilleo”.
"Los resultados han permitido sentar las bases para un tratamiento eficaz. Se consiguió modular la actividad cerebral en las áreas donde subyace la toma de decisiones y que regula la ingesta. Lo siguiente será el tratamiento completo", aseguró la neuropsicóloga al frente del experimento, Elena Muñoz-Marrón a El Mundo.
Carmen de momento se ha realizado tres sesiones. Tras realizarse 10, podrá perder de 8 a 10 kilos.
En mayo y julio de este año serán intervenidas 20 personas más, con problemas de obesidad mórbida, la más alarmante de todas por sus consecuencias: discapacidad, minusvalía y problemas de exclusión social.
Durante dos semanas, los pacientes recibirán 10 sesiones de estimulación de 20 minutos cada una.
Muñoz aclaró que las sesiones no son milagrosas. Deben estar acompañadas por deporte, alimentación sana y un estilo de vida saludable, para que el tratamiento sea eficaz.