La conmemoración de la Ley 70 de 1993 sobre las comunidades negras en Colombia, en la Casa de Nariño, estuvo marcada por un polémico discurso de la líder afro Rosa Emilia Solís, una mujer importante en la región del Pacífico.

"Rosa Emilia Solís no tiene ningún deber y ninguna responsabilidad de estar en este evento hipócrita", expresó.

“No me pidan que venga aquí con hipocresías. Hoy soy maestra jubilada, historiadora, jubilada, por eso me paro aquí”, agregó.

Expresó que para mucha gente ella es "el demonio, la polilla y me vienen a mí a hablar aquí de unidad".

"Nunca voy a estar de acuerdo con la unidad. ¿Quiénes se quedan con la unidad? En la unidad solo reina el que tiene la plata y el que escribe. ¿Quién hará la unidad? No le acepto a nadie, no estoy en eso y no me voy a unir con nadie”, explicó.

Solís, incluso, regañó en dos ocasiones a la presentadora del evento. “Señorita, me siento intimidada, acosada, perdón. Colabórenme, usted está muy hermosa, pero respete a los viejos”, aseveró.

Segundos después le hizo un fuerte pedido a Gustavo Petro y Francia Márquez: "Yo solo quiero que el doctor Petro y mi sobrina (Francia Márquez) cumplan lo que juraron: que se cumpla la ley”.

Pero su discursó no paró ahí. Posteriormente, habló del grupo de los "nadies", del que tanto ha promulgado la Vicepresidenta de la República.

"Sobrina, por eso nunca me identifiqué con usted y nunca lo haré. Cuando usted dijo que pertenecemos al grupo de los nadies, respeto, pero no pertenezco a ese grupo porque yo soy reina, hija de reyes, y una reina no pertenece a los nadies", aseguró Rosa Emilia Solís.

“Yo no sé de qué me están hablando, yo nací en la zona rural y me tocó luchar. Y las primeras cosas que me han tocado en la vida no son ni con los blancos ni con los negros”, añadió.