Exguerrillero de las FARC indultado denuncia amenazas y abandono del Gobierno
Salió de la cárcel el 22 de enero en el grupo de personas indultadas por el Gobierno Nacional.
El exguerrillero de las FARC Wilson Antonio López Tamayo, recientemente indultado en el marco de los diálogos de paz con el Gobierno colombiano, denunció hoy que recibe continuas amenazas de muerte.
López, quien salió de la cárcel bogotana de La Picota el pasado 22 de enero, reveló que desde que fue indultado por el Gobierno ha recibido tres amenazas contra su vida y la de su familia, al parecer por parte de grupos paramilitares que operan en el departamento de Antioquia.
"En las amenazas me dicen que me tengo que ir por ser de la guerrilla. Salgo a denunciar porque estoy agobiado y temo por mi familia; si no se hace algo, nos van a matar", dijo a Efe en Medellín.
El indultado precisó que la primera intimidación la realizaron tres hombres que llegaron a su casa, quienes se identificaron como miembros de las "Autodefensas de la Oficina de Envigado" y lo obligaron a desplazarse luego de recibir, además, una nueva amenaza vía telefónica.
López, que hace dos meses relató su situación a la Alcaldía de Medellín, manifestó que recibió en los últimos días un panfleto amenazante firmado por el comando urbano de "Los Rastrojos", en el que lo declaran "objetivo militar" de esa banda criminal.
"Este boleto (panfleto) lo cogió mi hijo, y le pedí que me lo leyera porque yo no sé leer. Me dijo: 'papi, lo están amenazando, nos dieron 24 horas para irnos'. Mi familia y yo nos estamos enloqueciendo", confesó el exguerrillero.
Asimismo, señaló que pese a poner en conocimiento de las autoridades la situación de vulnerabilidad en la que está y el riesgo que corre su vida, no cuenta con seguridad.
"Como indultado veo que no me están cumpliendo y me siento abandonado", comentó.
Su presente, asegura, es diferente al de la mayoría de los 30 indultados, pues éstos se encuentran protegidos en un hotel en Bogotá y hasta el momento no han sido víctimas de hostigamientos y amenazas, según López.
"No me puedo ir a Bogotá porque lo que quiero es estar con mi familia. Yo ya no soy un guerrero, soy un hombre de paz", dijo el exguerrillero, quien hizo pública su situación porque no aguanta más y espera visibilizar "lo que está sucediendo con el indulto".
López, quien aún no ha podido contactar a los negociadores de las FARC en La Habana para informarle de las amenazas de las que está siendo víctima y del riesgo que corre su vida, dijo que quiere "la paz, pero no con traición".
No obstante, aclaró que su intención no es "perjudicar" el proceso de paz, pero sí pretende dar a conocer que las garantías que le prometió el Gobierno colombiano una vez recuperó la libertad, entre las que están seguridad y preparación académica para el indultado y sus dos hijos, no se están cumpliendo.
"Esto no es para afectar el proceso de paz, esto es para que los puntos que están fallando se afirmen y se corrijan", declaró López, quien dice que solo quiere "sacar a este país adelante y no estar más en guerra".
El exguerrillero, que salió del centro carcelario con su salud deteriorada y el riesgo de perder una pierna, declaró que está en un 90 % recuperado y detalló que, tras dejar la silla de ruedas y muletas, se encuentra alejado de la guerra y "trabajando" para sostener a su familia, pues los cerca de 500.000 pesos (161 dólares) de subsidio que recibe no son suficientes.
El Gobierno colombiano concedió el pasado noviembre el indulto a 30 guerrilleros de las FARC presos en diferentes cárceles del país que no han cometido "delitos graves" después de que los dirigentes de la guerrilla pidieran la liberación de 81 rebeldes encarcelados que estaban en "delicado estado de salud".
EFE