El defensor del Pueblo también tiene chats para defenderse.
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El Defensor se defiende: ‘me pidió un viaje y, si no se daba, renunciaría’

Jorge Armando Otálora también tiene pantallazos de conversaciones con su exsecretaria, que lo denunció por acoso laboral y, posteriormente, sexual.

El defensor del Pueblo, Jorge Armando Otálora, reveló algunas de las pruebas que utilizará en su defensa tras el escándalo que se destapó este domingo por las denuncias en su contra por acoso laboral y, posteriormente, sexual, de Otálora hacia Astrid Cristancho, quien se desempeñó como su secretaria privada.

Según reveló Otálora, en el mes de octubre –menos de un mes antes de que la abogada presentara su renuncia–  Cristancho le pidió vía ‘chat’ a Otálora que la incluyera en una comisión para viajar fuera del país.

“Ahí están las pruebas donde se hicieron las consultas, incluso porque eso legalmente no se podía y yo no accedí.  Ella dice que si definitivamente las cosas no se puede dar, ese viaje, ella renuncia. Por esos días a ella le salió una propuesta de un contrato”, cuenta Otálora.

En declaraciones a Noticias RCN, el Defensor del Pueblo insistió en que sí tuvo una relación amorosa con Cristancho y aseguró que hay “muchos universos probatorios, como amigos y encuentros sociales” que pueden corroborarlo. Incluso, dijo que en varias oportunidades ella pasó la noche en su apartamento así como él lo hacía en el de ella.

Pantallazo de uno de los chats en los que Cristancho le insiste en que le permita acompañar al Defensor en sus "salidas".

Otálora dijo que Cristancho es una “abogada muy experimentada” y se preguntó por qué primero la denuncia fue por acoso laboral y tres meses después pasó a ser una denuncia por acoso sexual.

“Si hay una persona que están maltratando o acosando lo primero que hace es alejarse de esa persona y no exigirle que lo lleve porque disfruta acompañarlo y estar con él. Es un tema que me parece atípico en particular”, planteó el Defensor.

Finalmente, Otálora reconoció que su error fue el de haberse enamorado de una mujer que trabaja en la misma entidad que él, aunque dijo: “no soy el primero ni el último”.

“No está bien y así lo he aceptado y he ofrecido excusas, y no soy el primero ni el último que se ha enamorado de una persona que trabaja en su entidad. No está bien pero uno nunca escoge de quién enamorarse”, agregó.

Otálora, quien aún no ha conversado sobre este escándalo con el presidente de la República, dijo que algunos funcionarios amigos del Gobierno han mostrado su solidaridad con él y aseguró que “hasta el momento estoy dando las explicaciones a las Instituciones y a las Autoridades”.

También le parece particular el hecho de que se haya iniciado una ola de ataques en su contra después de que el presidente de la República hubiera mencionado en algún acto público que Otálora podría ser un candidato para ocupar el cargo de Fiscal General de la Nación. 

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