La proliferación de los llamados vapeadores, dispositivos que utilizan cada vez con mayor frecuencia un gran segmento de fumadores, con el consabido riesgo grave para la salud, ha conducido a una creciente necesidad para su regulación.

Estas restricciones van desde la edad de los usuarios hasta la composición de los líquidos y la publicidad que los componen.

Es por ello que los gobiernos están buscando equilibrar la libertad del consumidor con la protección de la salud pública.

Según cifras del Dane, el 25% de la población que inicia el consumo de esos elementos es menor de 18 años.

Este debate plantea muchos interrogantes, uno puede ser cómo se debe abordar esta industria que va en rápida expansión, y cuál será el futuro de la regulación en especial para los menores de edad.

Tal vez por eso al Congreso de Colombia han llegado por lo menos seis proyectos de ley que buscan modificar la ley 1335 de 2009, conocida como ley antitabaco.

También el Código de Policía, para que la venta de estos productos esté limitada al uso de menores de edad.

Dos de estos proyectos de Ley son de autoría de los senadores Norma Hurtado y José David Name, y están empeñados en reglamentar dentro de la Ley 1335 algunos puntos importantes como regular el consumo, venta, publicidad y promoción de los cigarrillos.

Además de componentes de estos productos de tabaco, Sistemas Electrónicos de Administración de Nicotina, Sean; Sistemas Similares Sin Nicotina, Sssn, y sus derivados, sucedáneos o imitadores.

En ese mismo orden de ideas establecer la creación de programas de salud y educación tendientes a contribuir a la disminución de su consumo, y abandono de la dependencia del tabaco por parte del consumidor.

Con el proyecto se espera que a los interesados en comprar estos artículos se les pida documento de identidad, como ya se hace con las bebidas alcohólicas, tabaco y medicamentos, pues pretende restringir la venta a menores de edad.