Una semana ha pasado desde que la noticia del atentado al precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay estremeció a Colombia. Ese sábado 7 de junio, el país recordó sus peores épocas de violencia vividas en las décadas de los 80s y 90s.

En esos años la guerra cobró la vida de muchas personas, entre ellas, Diana Turbay, la madre del político. Fue secuestrada en 1990 por el cartel de Medellín, liderado por Pablo Escobar, y murió un año después en un fallido intento de rescate.

Han sido días de incertidumbre para su familia y amigos, de debates políticos y preocupación por el estado de salud del senador del Centro Democrático. 

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En diálogo con Zona Cero, el concejal de Bogotá, Andrés Barrios, amigo y compañero de la misma colectividad política, y quien se encontraba en el mitin donde ocurrió el atentado, relató cómo han transcurrido estos días.

“Ha sido un tiempo muy difícil, complicado, de mucha tristeza, incertidumbre, dolor, pero estamos con fe pidiéndole a Dios que nos ayude, que nos dé la fuerza que se necesita hoy, y sobre todo, estamos unidos como país, orando”, aseguró.

Estos días han estado marcados por diversas reacciones: desde la condena unánime al acto violento, hasta el inicio de investigaciones que buscan esclarecer la autoría intelectual del atentado. La ciudadanía, por su parte, se ha movilizado en rechazo a la violencia que parece recrudecerse en el país, clamando por la paz y la seguridad.

Sobre la solidaridad mostrada por los colombianos, el concejal reconoció que “este intento vil de magnicidio ha despertado a Colombia, ha despertado la conciencia nacional, y en esa medida, muchos colombianos están hoy diciendo paremos,  entremos en razón, no nos podemos estar matando”.

Las redes sociales y la polarización

Añadió que las redes sociales han sido un factor determinante en la polarización que vive el país. “No  podemos estar abusando de las redes sociales para denigrar al otro, para acabar al otro, destruir al otro”, indicó.

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Para el cabildante, desde el mismo Gobierno nacional se ve la confrontación. “Allí (Gobierno) es donde hay la responsabilidad más alta pública y al Centro Democrático nos tildaban de asesinos, de fascistas, de nazis, de cuánta cosa nos ha dicho, pero además desde la Casa de Nariño”. 

Sin embargo, Barrios cree que hoy el senador se ha convertido en “un referente de unidad, pero además, de ese liderazgo que siempre lo ha caracterizado. Él conecta con todo el mundo, con todos los sectores, él no ve colores políticos”.

Mientras Miguel Uribe continúa debatiéndose entre la vida y la muerte,  la ciudadanía parece encontrar en esta situación, el momento para reflexionar sobre las implicaciones del ataque, no solo para su vida y la de su familia, sino para el panorama político y social de Colombia. 

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“Antes de ser de su equipo político soy su amigo y esta situación a mí me toca profundamente el corazón, porque sé quién es él, sé lo que él representa y de verdad no debería estar esto pasando en Colombia, esto se pudo haber previsto pero sencillamente no se hizo nada”, expresó.  

La herida abierta por este suceso sigue latente, recordándonos la fragilidad de la seguridad y la necesidad urgente de construir un camino hacia la convivencia pacífica.