El Gobierno de Gustavo Petro nuevamente es blanco de críticas por una situación ligada a Armando Benedetti, como ya pasó en varias oportunidades desde la llegada del actual mandatario a la Casa de Nariño.

Benedetti, quien estuvo 20 años en el Congreso, dejó atrás la embajada para la Alimentación y la Agricultura de las Naciones Unidas (FAO) y desde este martes se autonombró asesor de la Presidencia de la República.

En palabras del barranquillero de 57 años, su labor será mejorar la relación con el Congreso, buscando sacar adelante varios proyectos de ley importantes para el actual Gobierno. 

Pero su llegada a Bogotá no ha sido recibida de la mejor manera por voces importantes del país. Sergio Fajardo, excandidato presidencial, manifestó que “hoy vemos en acción la mayor expresión de la viveza, del "todo vale", esencia de la corrupción que nos ahoga; de la indecencia, el irrespeto y la vulgaridad; de la violencia contra las mujeres, etc. En fin, lo que falta”. 

Incluso, este martes se informó que el ministro de Defensa, Iván Velásquez; la ministra de Trabajo, Gloria Inés Ramírez;  el ministro de Minas y Energía, Andrés Camacho; el ministro de Educación, Daniel Rojas; la vicepresidenta Francia Márquez; el ministro de Cultura, Juan David Correa; el director del Departamento Nacional de Planeación, Alexander López; el director de Prosperidad Social, Gustavo Bolívar; y la consejera para las Regiones, Luz María Múnera, no asistieron al Consejo de Ministros para exigir respuestas de la llegada de Benedetti. 

Ante esto, el senador Iván Cepeda indicó en redes sociales que “expreso mi respaldo a las ministras y ministros de nuestro gobierno que piden una reflexión crítica sobre la llegada de Armando Benedetti a la Casa de Nariño. Existe una serie de hechos que cuestionan severamente la compatibilidad de esa decisión con nuestro proyecto político”. 

Expreso mi respaldo a las ministras y los ministros de nuestro gobierno que piden una reflexión crítica sobre la llegada de Armando Benedetti a la Casa de Nariño. Existe una serie de hechos que cuestionan severamente la compatibilidad de esa decisión con nuestro proyecto…

— Iván Cepeda Castro (@IvanCepedaCast) November 26, 2024

Sin embargo, más tarde este martes Gustavo Bolívar indicó que no “hubo  rebelión” y que solo esperaban claridad de Petro por el arribo de Benedetti, mientras que el ministro de Salud dijo que “yo soy petrista de sangre, así que acato todo lo que el señor Presidente determine. Son dos opciones: o usted cumple con lo que el Presidente le exige, o se retira”. 

Aunque desde el interior del Gobierno han intentado menguar la tensión, personas cercanas a Petro no se han tragado el sapo.

"Un proyecto de país tan hermoso y tan viable si se confluyera en lo fundamental, pero tan ensuciado por el juego político, que es de una vulgaridad asqueante. Sigo llorando. Celebren, haters queridos", escribió en redes sociales Margarita Rosa De Francisco.

Un proyecto de país tan hermoso y tan viable si se confluyera en lo fundamental, pero tan ensuciado por el juego político, que es de una vulgaridad asqueante. Sigo llorando. Celebren, haters queridos.

— Margarita Rosa (@Margaritarosadf) November 26, 2024

Otras polémicas de Benedetti 

La llegada de Benedetti a la campaña presidencial de Gustavo Petro no fue de buen recibo por un sector del círculo más cercano del actual mandatario, ya que había hecho parte de los Gobiernos de Álvaro Uribe y Juan Manuel Santos.

Sin embargo, siguió adelante y fue pieza clave para conseguir consensos y por ende la presidencia para Petro, que se convertía en el primer Presidente de izquierda en el país.

Pero las pretensiones de Benedetti de tener un rol importante se truncaron y terminó como embajador en Venezuela. No obstante, dejó una persona que creía de confianza cerca de Petro: Laura Sarabia.

Sarabia y Benedetti trabajaron juntos varios años, pero hubo una ruptura en su relación y se conoció porque Revista Semana reveló varios audios del exsenador.

“No te estoy amenazando, pero si tú quieres que te amenace, yo salgo y cuento todo lo que sé. Que sé bastante para acabar con el mundo, ¿oíste? Con el de ustedes y con el mío”, decía uno de los audios de Benedetti. 

“En el momento en que yo diga quién dio la plata aquí en la Costa, yo sé que es esa mon... ¡Lee cómo empezó el hijueputa 8.000!, ahí está la clave de todo lo que te va a pasar”, manifestaba en otro. 

También decía en uno que había conseguido $15 mil millones para la campaña Petro y que “nos hundimos todos. Nos acabamos todos. Nos vamos presos”. 

El contexto de todo esto sería el poco poder que tenía Benedetti frente a todo lo que manejaba Sarabia, aunque después el político indicó que era una conversación personal y sacada de contexto.

Y con Sarabia también apareció como la persona que supuestamente sacó a la niñera Marelbys Meza del país y habría tenido una presunta participación intelectual en el sometimiento de Meza al polígrafo, por un supuesto robo de la casa de Sarabia.

Los audios relacionados a Benedetti también lo vinculan con la excongresista Aida Merlano, quien le habría recriminado al político que su apoyo a la campaña de Petro no se vio recompensado de la manera que esperaba.

En julio del año pasado, Armando Benedetti dejó la embajada de Venezuela y se iba a dedicar a su defensa por presuntas irregularidades en la campaña de Petro para la presidencia.

Pero el 13 de mayo el Gobierno una vez más le dio trabajo y fue como embajador ante la FAO, un puesto que tenía varios años cerrado y que se reactivó para el barranquillero.

Más allá de la crítica de su corta carrera diplomática para ser embajador en dos oportunidades durante el actual periodo, el gran problema  de Benedetti se dio por una supuesta violencia de género contra su pareja durante una visita a Madrid.

Por este hecho la Fiscalía le abrió una investigación y la Cancillería le formuló cargos a Benedetti, quien terminó renunciando a su cargo ante la FAO.

Ahora, en pleno proceso de rehabilitación por sus reconocidas adicciones, Benedetti está más cerca de Petro que nunca, más allá de que pueda incomodar a otras personas del círculo del Presidente por su polémico pasado.

¿En qué terminará esta novela truculenta de Armando Benedetti?