Trump sigue su marcha triunfal y Clinton encaja un revés en primarias de EEUU
Convertido en virtual candidato del Partido Republicano a la Casa Blanca, Trump volvió hoy a atacar a Clinton.
Donald Trump sigue su marcha triunfal hacia la nominación presidencial republicana en EE.UU. tras ganar, ya sin rivales en la carrera, las elecciones primarias del martes, en las que la favorita para lograr la candidatura demócrata, Hillary Clinton, encajó una nueva derrota ante el senador Bernie Sanders.
Como era de esperar, el magnate inmobiliario venció sin sobresaltos en las primarias republicanas de Virginia Occidental y Nebraska, después de que la semana pasada tiraran la toalla sus adversarios, el senador Cruz y el gobernador de Ohio, John Kasick.
Convertido en virtual candidato del Partido Republicano a la Casa Blanca, Trump volvió hoy a atacar a Clinton de cara a las elecciones presidenciales que Estados Unidos celebrará el próximo 8 de noviembre.
"Grandes victorias en Virginia Occidental y Nebraska. Prepárense para noviembre. ¡La deshonesta Hillary, quien lo tiene muy mal con el loco Bernie, perderá!", afirmó el multimillonario neoyorquino en su cuenta de la red social Twitter.
El magnate aún debe cumplir con la formalidad de adjudicarse en las votaciones primarias una mayoría de 1.237 delegados (le faltan unos cien), que previsiblemente le coronarán como nominado presidencial en la Convención Nacional Republicana de julio.
Con la candidatura casi en el bolsillo, Trump, que ha liderado la carrera republicana con un discurso xenófobo y ultranacionalista plagado de insultos y contradicciones, ha reducido notablemente su frenético programa de mítines en la campaña de primarias.
"Guarden su voto para las elecciones generales, ¿ok? Olvídense de esto. Las primarias se han acabado", comentó el empresario la semana pasada ante una multitud en un acto electoral en Charleston (Virginia Occidental), al dejar clara su prioridad.
El multimillonario busca ahora apuntalar su nominación con la selección de un compañero (o compañera) de candidatura que opte a la Vicepresidencia y, sobre todo, unificar al dividido Partido Republicano, cuyo aparato puso todas las zancadillas posibles para frenar el ascenso de un aspirante tan incontrolable como Trump.
Clave en esa unificación se presenta la reunión que el empresario mantendrá este jueves con líderes republicanos del Congreso de EE.UU. en Washington, incluido el influyente presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, quien la semana pasada causó revuelo al afirmar que aún no se ve "preparado" para darle su apoyo.
"Tengo mucho respeto por Paul Ryan. Vamos a tener una reunión mañana. Veremos qué pasa", adelantó hoy Trump en declaraciones a la cadena Fox News, en tanto que Ryan señaló después que desea ser "parte de una unión del partido".
En el bando demócrata, el panorama para Clinton no pinta tan "mal" como aventura el magnate, pero bien es cierto que su traspiés este martes en las primarias que el partido celebró solo en Virginia Occidental frustra su intento de asegurar cuanto antes la nominación para dedicar todas sus energías a batir a Trump en noviembre.
El senador por Vermont Bernie Sanders, que se autoproclama "socialista demócrata" y promueve una "revolución" política en EE.UU., se adjudicó el triunfo este martes, aunque continúa muy lejos de la ex secretaria de Estado en el cómputo de delegados.
Clinton solo necesita 143 delegados de los 2.383 estipulados para que la Convención Nacional Demócrata la designe en julio oficialmente como candidata presidencial, mientras que Sanders requiere más de 900 delegados para alcanzar esa cifra.
Con todo, el senador, que ya venció a la ex primera dama la semana pasada en Indiana y tiene gran aceptación entre votantes demócratas jóvenes y blancos, ha prometido luchar "hasta que se emita el último voto".
Aunque más del noventa por ciento de la población de Virginia Occidental es blanca, conviene recordar que Clinton, muy apoyada por las minorías del país como los hispanos, derrotó con holgura al hoy presidente Barack Obama en ese estado en las primarias de 2008.
Aparte del factor demográfico, los observadores políticos vincularon hoy el tropiezo de la aspirante demócrata a unos comentarios suyos recientes a favor de eliminar la industria minera en la maltrecha economía de Virginia Occidental.
Clinton podría afrontar problemas similares la próxima semana en las votaciones primarias de Oregón, un estado también de nutrida población blanca, si bien su atención se ha enfocado últimamente, más que en atajar a Sanders, en denunciar las debilidades de Donald Trump, como sus comentarios peyorativos hacia las mujeres.
Sin embargo, una encuesta de intención de voto divulgada hoy por la agencia Reuters y la empresa demoscópica Ipsos otorga a la ex primera dama una ventaja de un solo punto frente al multimillonario, quien la semana pasada se hallaba a trece puntos.
Según el sondeo, que cuenta con un margen de error del 3 por ciento, el 41 por ciento de los 1.289 electores consultados entre el 6 y el 10 de mayo apoya a Clinton, mientras el 40 por ciento se inclina por Trump y el 19 por ciento se declara indeciso.
La encuesta perfila un escenario similar al que proyectan otros estudios, pero algunos demócratas como Jim Manley, exasesor del líder de la minoría del Senado de EE.UU., Harry Reid, creen que no se debería "deducir demasiado de estas encuestas".
"Hay un largo camino entre ahora y noviembre -afirmó Manley este martes- y sigo creyendo que Donald Trump es muy radiactivo cuando se trata de unas elecciones generales".
EFE