Policía investiga vídeo de jóvenes celebrando asesinato de familia palestina
En la grabación se puede ver a varias personas sosteniendo armas de fuego.
La Policía israelí ha abierto una investigación sobre un vídeo recientemente difundido que muestra una boda en la que jóvenes radicales judíos celebran y se burlan del asesinato de tres miembros de una familia palestina en julio pasado.
De acuerdo a un comunicado oficial del que dan cuenta medios locales, las pesquisas se iniciaron hace unos días, y analizarán los "serios y numerosos delitos que se aprecian en el vídeo", incluidos aquellos individuos que alzan armas sin necesidad y las pasan de unos a otros incluso siendo menores.
La Policía tiene por objetivo interrogar a aquellos propietarios de las armas que aparecen en el vídeo a fin de revocarles la licencia.
La cinta, que ha sido difundida en las últimas horas a través de medios digitales y redes sociales, ha provocado una oleada de indignación entre diferentes sectores y políticos en Israel.
En las imágenes, un grupo de jóvenes judíos radicales de ultraderecha baila y canta durante el convite mientras varios de los asistentes acuchillan una foto del bebé palestino quemado vivo el pasado verano, presuntamente por colonos extremistas en Cisjordania.
Mientras otros los jalean, aparece uno de los asistentes cuyo rostro está cubierto por un trapo que porta una suerte de cóctel molotov en la sala.
Se trataría de una más que probable alusión a aquellos que participaron en el incendio premeditado contra la vivienda de la familia palestina Dawabshe, tres de cuyos miembros, los progenitores y un bebé de 18 meses, murieron como consecuencia de las quemaduras, mientras que otro integrante de cuatro años sobrevivió malherido.
De acuerdo al Canal 10 de la televisión israelí, varios menores se pasan las armas de mano en mano y la boda era de una pareja "muy conocida entre los radicales de derecha".
El atentado contra la familia Dawabshe en su casa de Duma el pasado 31 de julio, en el norte de Cisjordania, fue considerado "terrorismo judío" por las autoridades israelíes, que detuvieron a varios sospechosos que no han sido identificados y fueron puestos bajo detención administrativa.
Cinco meses después aún no han trascendido avances en el caso, lo que ha sido cuestionado por la sociedad palestina, mientras que simpatizantes de la ultraderecha israelí han denunciado a través de diferentes manifestaciones en los últimos días que el servicio de seguridad interior, el Shin Bet, ha torturado a los detenidos para obtener una confesión, extremo que el Ejecutivo niega.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, condenó el vídeo y señaló que "las impactantes imágenes que hemos visto muestran la verdadera cara de un grupo que supone un peligro para la sociedad israelí y su seguridad".
Por su parte, la viceministra de Exteriores, Tzipi Hotovely, consideró que "los jóvenes que celebran en la boda han perdido el camino. Esa no es la manera del pueblo judío ni del judaísmo. El asesinato a sangre fría de inocentes es despreciable, así como bailar y celebrar dicho acto".
EFE