Una mujer vertió este jueves una botella de agua sobre la cabeza del presidente de Chile, el conservador Sebastián Piñera, durante un acto para conmemorar los dos años desde el inicio de la pandemia en el país.

El evento, celebrado en el palacio de La Moneda (sede de Gobierno), congregó a decenas de autoridades y representantes de la sociedad civil, que realizaron un homenaje al personal sanitario y a los funcionarios esenciales que colaboraron para tratar de frenar la covid-19.

Minutos después de terminar la conmemoración, mientras Piñera se levantaba y se despedía de algunos de los invitados, una espectadora se acercó al presidente y arrojó sobre su cabeza el contenido de una botella de agua de plástico.

"Abrimos las puertas de la casa de todos para conmemorar y agradecer a los chilenos 2 años de lucha contra la pandemia. Terminó con una acción que daña nuestra democracia y sana convivencia", dijo el mandatario minutos después en su cuenta de Twitter.

La mujer, que era familiar de un invitado, fue detenida por un grupo de escoltas oficiales mientras gritaba consignas ininteligibles.

Piñera no sufrió ningún daño, se sacudió el agua y continuó despidiéndose de varias personas con normalidad.

"Su abuelo (el de la mujer que le lanzó el agua) vino a pedirme disculpas, las acepté y lo recibimos con el respeto que todos merecen", agregó el gobernante en la misma red social.

El episodio tiene lugar apenas una semana antes de que el presidente ponga fin a su segundo mandato no consecutivo, el próximo 11 de marzo, y le ceda el testigo al exlíder estudiantil y diputado progresista Gabriel Boric.

Piñera, un empresario multimillonario que empezó en 2018 a gobernar con una aprobación superior al 50 %, se convirtió en 2020 en el presidente con menor respaldo de la historia democrática de Chile, con menos de un 10 % de aceptación ciudadana, según varias encuestadoras.

Esta cifra se dio en el marco de la crisis social que estalló en 2019, la mayor ola de protestas desde el fin de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), con manifestaciones que clamaban contra el Gobierno y la desigualdad.

Su reputación mejoró gracias a la gestión de la pandemia y al despliegue de uno de los procesos de vacunación más rápidos del mundo, pero volvió a caer en picado después de que el mandatario fuera señalado en los Papeles de Pandora por supuestas irregularidades y conflictos de interés en la venta en Islas Vírgenes de un megaproyecto minero.

EFE