El malecón de la capital dominicana, frente a las aguas de mar Caribe, se llenó este domingo de color, música y creatividad con motivo del Desfile Nacional del Carnaval, la principal fiesta de la cultura popular de la República Dominicana, cuna del primer Carnaval de América.

Alrededor de 150 comparsas de todo el país desfilaron por el malecón en el cierre del carnaval, que este año estuvo dedicado a la provincia de San Cristóbal (sureste), en reconocimiento a su rico patrimonio cultural y por contar con un carnaval en ascenso que ha sido merecedor de numerosos premios en las últimas ediciones de esta popular celebración, según los organizadores.

 

Los reyes del carnaval, el artista y diseñador Luis Rivas y la comunicadora Jatnna Tavárez, dieron inicio al recorrido que reunió a cientos de personas, muchos de los cuales llegaron horas antes de las dos de la tarde, hora oficial del desfile, que trascurrió sin incidentes.

Personajes carnavalescos como 'Roba la gallina', 'Califé', los llamativos 'diablos cojuelos' y los 'Pepeluses', así como la tradicional comparsa de los Alí Babá animaron el evento, en el que por más de cuatro horas desafilaron coloridas carrozas y comparsas.

También destacaron disfraces individuales, como el del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, al frente de una comparsa cuyos integrantes reclamaban respeto para los inmigrantes, mientras enarbolaban pancartas con mensajes como "Los inmigrantes somos trabajadores" y "No violencia contra los inmigrantes".

Además hubo llamados hacia la protección del medioambiente o al fin de la guerra de Rusia en Ucrania, mientras en el fondo se escuchaban los tradicionales temas de la cita, que reúne a todas las expresiones carnavalescas del país que se celebran entre febrero y marzo.

El Ministerio de Cultura dominicano, a cargo de la organización del desfile, y diversos organismos del Estado desplegaron un amplio dispositivo de seguridad, integrado por 1.200 efectivos de los cuerpos castrenses y policiales, así como por miembros de los diferentes organismos de socorro.

EFE