Chile confirma 1.535 lobos marinos y 730 pingüinos muertos por gripe aviar
Se reportan en la región de Arica y Parinacota, en el norte del país.
Chile reportó este viernes 1.535 lobos marinos y 730 pingüinos de Humboldt fallecidos hasta la fecha a causa del virus de la influenza aviar, sobre todo en regiones del norte, aunque también se han encontrado mamíferos marinos muertos por esa enfermedad en el centro-sur del país.
"Nunca había ocurrido en Chile hechos como los que están ocurriendo ahora", alertó la directora del Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura de Chile (Sernapesca), Soledad Tapia.
La funcionaria apuntó que, aunque hay centenares de mamíferos muertos, las especies más afectadas por la influenza aviar son aves silvestres como, por ejemplo, pelícanos.
La región de Arica y Parinacota, en el norte, es la más afectada, con 709 lobos marinos y 343 pingüinos muertos, seguida de Antofagasta, Tarapacá y Atacama, todas en el norte.
También se han encontrado animales marinos muertos de especies protegidas en la región del Biobío, a unos 500 kilómetros al sur de la capital.
La directora de Sernapesca pidió a la ciudadanía que, si encuentran una ave o mamífero fallecido o con conductas extrañas, "no lo manipulen ni se acerquen" y que avisen a las autoridades.
El primer lobo marino muerto por gripe aviar se encontró en el norte el pasado 15 de febrero, dos meses después la primera ave silvestre infectada por el virus en Chile.
Chile no es el único país con una gran cantidad de mamíferos marinos fallecidos por gripe aviar: las autoridades peruanas notificaron a principios de marzo la muerte por influenza de 3.492 lobos marinos -más del 3 % de la población de esa especie en el país- y 63.000 aves en áreas naturales del litoral.
Pese a que se trata de una enfermedad que afecta a aves silvestres y a algunas especies de mamíferos, es posible la transmisión a humanos que tengan contacto con animales enfermos o sus restos.
El Ministerio de Salud de Chile notificó este miércoles el primer caso en humanos de gripe aviar en un hombre de 53 años, que se desconoce dónde vive.
EFE