Al menos 4.182 personas murieron en Siria durante noviembre pasado debido al conflicto, una cifra ligeramente inferior a la de octubre, cuando se registraron 4.215 fallecimientos, según el recuento difundido por el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.

La ONG destacó que entre las víctimas mortales de noviembre hubo al menos 1.053 civiles, de los que 198 eran menores y 116 mujeres.

Los civiles perdieron la vida por diversas causas, como los bombardeos de aviones rusos, del régimen sirio y de la coalición internacional liderada por Estados Unidos; torturas en prisiones gubernamentales, el disparo de cohetes por parte de facciones armadas y efectivos del régimen o por la escasez de medicinas.

En las filas de los opositores al Gobierno de Damasco, hubo al menos 622 fallecidos de nacionalidad siria, entre los que figuran combatientes de facciones islámicas, de las Unidades de Protección del Pueblo -principal milicia kurdosiria- y desertores del Ejército gubernamental.

A ellos se suman al menos 1.209 milicianos extranjeros de grupos de tendencia islámica, del Frente al Nusra (filial siria de Al Qaeda) y de la organización terrorista Estado Islámico (EI), que perecieron durante el mes pasado en el territorio sirio.

En el bando gubernamental, 1.264 personas murieron: 641 miembros de las fuerzas regulares, 515 guerrilleros de milicias prorrégimen sirias, nueve milicianos del grupo chií libanés Hizbulá y 99 combatientes chiíes de otras nacionalidades.

Además, hay 34 fallecidos cuyas identidades el Observatorio no ha podido esclarecer.

La ONG advirtió de que la cifra de muertos del régimen, los rebeldes y organizaciones extremistas como el EI y el Frente al Nusra podría ser superior en varios cientos, debido a la dificultad para acceder a algunas áreas y al secretismo que mantienen las partes sobre sus bajas.

Siria es desde hace más de cuatro años escenario de un conflicto que ha causado más de 250.000 fallecidos, según el Observatorio.

EFE