Australia llama al diálogo ante tensiones entre China y EE.UU.

El primer ministro de Australia, Anthony Albanese, urgió este viernes al diálogo como "medida de contención" frente a un potencial conflicto entre China y EE.UU., al inaugurar un foro de Defensa en Singapur marcado por las tensiones ente las dos súperpotencias.

"Deberíamos hacer todo lo posible por fomentar la primera y fundamental medida de contención", enfatizó Albanese durante su discurso de apertura del XX Diálogo Shangri-La, el foro de Defensa anual más importante de Asia, que se celebra entre hoy y el viernes en Singapur.

La cita, que reúne a más de 550 delegados -entre ministros, diplomáticos, expertos y militares- de unos 40 países, está marcada por la asistencia del secretario de Defensa de EE.UU., Lloyd Austin, y su homólogo chino, Li Shangfu, si bien un posible encuentro entre ambos en los márgenes del foro fue rechazado el lunes por Pekín.

"Si no existe la capacidad de descolgar el teléfono, buscar claridad o proveer algún contexto siempre hay un riesgo mucho mayor de llegar a suposiciones que deriven en acciones irreparables", alertó Albanese.

El dirigente australiano advirtió que "las consecuencias de dicha deriva, bien sea en Taiwán o en otro lugar, no se limitarían a las superpotencias o el lugar del conflicto, sino que serían devastadoras para el mundo".

Albanese puso como ejemplo los "esfuerzos de Australia para estabilizar nuestra relación con China", el principal socio comercial del país austral, "pese a mantener grandes diferencias".

Aunque alabó que "la transformación económica de China ha beneficiado a toda la región", alertó contra presiones externas a la soberanía de los territorios, cuando Pekín continúa expandiéndose por el mar de China Meridional y no descarta invadir la isla autogobernada de Taiwán por la fuerza.

Por otro lado, Albanese defendió la adquisición de submarinos de propulsión nuclear en el marco del pacto de seguridad Aukus, que une a Camberra, Washington y Londres, el cual convertirá a Australia en la séptima nación del mundo en poseer estos navíos, tras EE.UU., Rusia, China, Reino Unido, Francia e India.

El pacto, visto como un modo de contrarrestar a China en la región, "refleja nuestra determinación de ser un socio más fuerte y un contribuidor más eficaz a la estabilidad de nuestra región", arguyó el líder australiano.

"No se trata de prepararse para la guerra, sino de prevenirla y compartir la responsabilidad para preservar la paz y la seguridad", agregó.

EFE

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