Un falso perfil y mensajes en ‘visto’, las pistas que la Fiscalía “no atiende” para encontrar a Daniel Alcocer
Aunque un fiscal le comunicó a la familia que el joven “se había lanzado desde el Puente Pumarejo”, sus padres aseguran que está vivo y que les lee el chat de Facebook.
Aunque bien dice el dicho que la esperanza es lo último que se pierde, vale la pena preguntarse qué sucede cuando hay elementos que alimentan crucialmente esa ilusión y la convierten en una realidad palpable. ¿Es un juego de la imaginación? ¿Es un as del destino? ¿Una clave importante? ¿Una verdad desconocida?
Puede suceder que en casos muy concretos como la desaparición de Daniel Alcocer esa esperanza sea la que ha llevado a su familia a seguir escribiéndole mensajes a su chat de Facebook y ahora esos mensajes se conviertan en la pista que puede llevar a su paradero.
Así lo aseguran los señores Elma Margarita Gómez Ruiz, de 50 años, y Euclides Segundo Alcocer Rivera, de 59, los padres del joven universitario que pese a no saber nada sobre su hijo desde la mañana de aquel viernes 27 de noviembre de 2015, no desfallecen en su búsqueda y hoy por hoy consideran que está vivo aunque no se expliquen por qué no regresa al calor de su hogar.
Zona Cero sostuvo un significativo diálogo con la familia de Daniel sobre el drama que esconden estos 17 meses y el dolor que ha traducido el silencio por parte de la Fiscalía, un silencio que se cobija en indagaciones que para ellos, que son quienes cargan esa cruz, poco aportan al desasosiego de tener a un miembro, el más pequeño, en condición de desaparecido.
El día que no debió llegar
El día que Daniel desapareció cumplía 19 años e iba a ir a playa con sus amigos. Esta es la cronología de lo último que se supo de él, relatada por sus padres (horas estimadas):
-9:00 a.m.: Salió a la integración, pero no le dijo a su familia si tenía otros planes.
“Él llamó a una amiga desde la universidad y le preguntó que si ella siempre iba para playa, pero le manifestó que no podía ir. Le preguntó si estaba en su casa, ella respondió que sí, y él le dijo que la esperara que ya iba para allá”, contó Elma Margarita Gómez Ruiz.
-10:00 a.m.: Daniel llegó donde su amiga en el barrio Buena Esperanza
“Él llegó y ella le dijo a su mamá: mami mira quien está ahí, Daniel, y está cumpliendo años. La mamá salió a buscarle un pedazo de torta que tenía en la nevera y una gaseosa”.
-10:05 a.m.: Daniel salió para la tienda
“Él no duró ahí ni cinco minutos porque dijo que iba para la tienda, que iba a comprar algo de desayunar y salió”.
-10:10 a.m.: Daniel llamó a su amiga
“Él llamó de un SAI cerca y le dijo que ahí le dejaba el celular, que viera que hacía con él”, narró Gómez Ruiz.
Para la familia de Daniel Alcocer esa relación de amistad con la joven resultó ser muy “rara” y les “extraña” porque él “nunca les manifestó que era amigo de esa casa, así como lo expresó la mamá cuando acudimos donde ella”. Según Gómez Ruiz, la amiga de su hijo les dijo que él “frecuentaba mucho” esa casa, “que tenía mucha confianza” y que “ellas lo traían de la universidad en el carro y a veces lo embarcaban”, pero para Elma Margarita esa relación salió de la nada y se les hace “sospechosa”.
“Ella no trató de localizarse con ninguno de nosotros, como a las 12:00 p.m. el hermano se comenzó a angustiar y llamó acá a la casa, preguntó si Daniel había llegado porque quedaron en almorzar, pero se lo quedó esperando, no vino. Luis (el hermano) les preguntó a los amigos en un grupo de WhatsApp sino habían visto a Daniel y fue cuando una amiga le dijo que su hermanito había dejado el celular donde su otra allegada”, detalló la angustiada madre.
Ahí empezó una búsqueda que ha llenado de drama a la familia Alcocer Gómez. Su desaparición se puso en manos de la Fiscalía General de la Nación y los medios de comunicación tuvieron conocimiento de lo sucedido. Desde entonces cada rastro de Daniel ha sido entregado por sus padres a los investigadores, por mínimo que sea. El ente acusador ha llevado a cabo las indagaciones respectivas, pero los padres de Daniel sienten que los encargados del caso han sido negligentes con su dolor, guardando silencio para “proteger” la investigación.
Su padre Euclides Segundo Alcocer Rivera cuenta que siente un profundo “dolor en el pecho” cada vez que va a la Fiscalía a preguntar por su hijo, y los investigadores lo “menosprecian”.
Incluso cuenta que un día estando en la sala de espera se le bajó la presión y los agentes “en vez de ayudarme me dijeron que me fuera para mí casa”. Un drama que ante los ojos de la sociedad puede significar los gajes de la investigación, pero que en los ojos de esta familia es un puñal cada vez que quieren saber sobre Daniel.
La familia de Daniel compartió con Zona Cero algunas de las cartas y solicitudes enviadas a la Fiscalía, manifestando el desconcierto por la actitud de los fiscales, investigadores y funcionarios:
Sin embargo, en esos intentos por saber del joven, su madre, en ese instinto maternal, siguió escribiéndole mensajes al chat del Messenger de Daniel, mensajes que en este momento son un elemento clave bajo su consideración y que si la Fiscalía le pone la lupa -agrega- podrían conllevar al paradero del menor de sus hijos.
Los mensajes
Con un semblante que desgarra, la mamá de Daniel dice una y otra vez: “para mí mi hijo está vivo”.
“¿Qué pasó en la vida de Daniel? Eso no lo sé, porque hasta donde yo conocí a mi hijo él tenía muchas ilusiones con su carrera pues pensaba terminarla, siempre me decía que le gustaba, que quería hacer una maestría en Medellín, nunca me habló de que no le gustaba su carrera, siempre se visionaba a salir adelante porque era muy buen estudiante”, contó la madre sobre las perspectivas de vida de Daniel.
Aún más, su propia familia descarta que su desaparición esté ligada a temas sentimentales o de género. Su padre Euclides aseguró que “supuestamente su amiga era su novia, aunque nosotros le preguntamos a ella si había algo más que amistad y dice que no. Pero en el Facebook de él encontramos conversaciones más allá, conversaciones que comprometen más allá de la amistad, pero ella dice que no y uno ya no puede hacer nada”.
Esas conversaciones las tienen las autoridades. “Todo eso lo hemos pasado a la Fiscalía, pero nada, no nos han informado nada sobre eso, no te digo que no nos dicen nada. Yo pedí el cambio de fiscal y me lo cambiaron y ese me vino peor, porque cuando yo fui enseguida me salió como cuando uno espera a alguien y me recibió con un oficio manifestando que él tenía dos años de tiempo, luego tres años o cinco años y si no encontraba nada culminaba la investigación”, señaló el señor Ecuclides.
La familia Alcocer Gómez considera que en este momento de la historia la pista más grande que hay en el caso es “que el Facebook de Daniel lo abren y él nos lee mensajes, pero él no nos contesta”, relató Elma Margarita.
“No más lo abre, pero no contesta. Leen y ya, pero no contesta. Yo tengo mucha aflicción, pero sé que él está vivo”, exclamó Euclides Alcocer.
“A Natalia, una amiga, también se los lee”, acotó la mujer, quien precisó que esas conversaciones fueron entregadas a los investigadores. “Ella le escribía: me voy a ahorcar, para ver si él le contestaba”, pero Daniel la dejaba en visto, narró Elma. “Ella envió los pantallazos de esas conversaciones a mi hijo Luis para que él se lo mostrara a la Fiscalía y vean que él le leía los mensajes. Ella misma fue a la Fiscalía con su papá a llevar eso”, comentó.
Al preguntarle a los papás de Daniel sobre las posibilidades de que esos mensajes los estuviera leyendo una persona diferente a él, la mamá dijo lo siguiente:
“La misma investigadora de la Fiscalía me dijo que sí, que el Face de él lo abren, pero aparece una vez de Bogotá, Barranquilla, Bucaramanga, Soledad, de diferentes partes”.
Y agregó el papá: “La Fiscalía sobre eso no nos contestan”. “Que ellos iban a mandar una carta a Facebook para que Facebook hiciera un rastreo de eso, yo les dije por ahí ustedes pueden ubicar si es Daniel o no lo es porque a nosotros se nos hace raro. Ellos pueden ver de qué parte lo están abriendo, en qué ciudad. Yo creo que es Daniel”, apostilló esperanzada madre.
La última vez que Daniel los dejó en visto fue en el mes de enero de 2017. “Luis le escribió y lo dejó en visto”. Antes para su cumpleaños también vio los mensajes. “Yo le mando y él las mira, pero ya no me aparece en visto. Yo le sigo enviando, pero ya no las ve”, puntualizó la señora Elma Margarita, quien postula como explicación a que Daniel no responda, el hecho de que quizá “no lo dejan comunicarse".
Otra pista que los hace sentir que Daniel está vivo es una solicitud de amistad que le llegó a la señora Elma, pero que luego fue bloqueada. “Yo le acepté la amistad al muchacho, era un muchacho joven de 21 años, yo le acepté la solicitud de amistad que me enviaba, me sorprendí que no hacían ni dos minutos de yo haber aceptado esa solicitud cuando ya él estaba compartiendo fotos mías, una panorámica del trabajo de Luis y ahí había un mensaje que decía “amo a mi madre” y otro de pie que decía “estoy viajando a Cali, pero era otro perfil de un muchacho”.
“Yo le seguía el juego a él, al muchacho, porque yo sabía que era Daniel, yo decía este es mi hijo, porque ¿por qué este muchacho va a compartir unas fotos mías, unas fotos que solo Daniel sabe?”. Incluso un día que ese perfil estaba conectado la señora Elma le escribió: “Daniel está contigo, Daniel trabaja contigo, dime dónde está mi hijo Daniel y me dijo que no nos conocía, que no sabía quienes éramos y enseguida me bloqueó”, contó.
El perfil que compartía esas imágenes estaba bajo el nombre de Kevin Olaya y solo decía que era de Bogotá.
A continuación las imágenes de los mensajes que la mamá de Daniel le ha seguido enviando a su chat de Messenger:
“Aferrados”
Los papás de Daniel consideran que su esperanza y sus esfuerzos no son en vano, y seguirán buscándolo hasta el día en que Dios les dé el último minuto de sus vidas. “Sigo aferrada a Dios que es lo único que me ha dado un poco de paz”.
Esta experiencia ha sido un giro de 180 grados y día y noche esta pareja de esposos sueña con que Daniel regrese al seno de su casa. “Nos cambió la vida, ya para nosotros no hay navidades”, "ya aquí no se preparan arepas ni perros calientes que eran sus comidas preferidas", dijo la mamá.
“Ha cambiado en un 100%”, agrega entre lágrimas el papá. “No se celebran cumpleaños, muchas cosas cosas que hacíamos en familia se han suspendido porque es una angustia, la zozobra, uno trata de hacer su vida, pero no es fácil, es lo más duro que nos ha podido pasar”, añadió la madre. “Esto no se lo deseo a nadie”, concluyó el afligido papá de Daniel.
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