“Siempre te amaremos”, la sentida despedida al soldado Anderson Bohórquez
El Ejército expresó gratitud por eñ servicio en la Institución.
Entre lágrimas y dolor, los padres del soldado Anderson Stiven Bohórquez Ospina, sus amigos y compañeros del Ejército Nacional lo despidieron la mañana de este jueves, en medio de un acto de respeto, honor y gratitud.
Dejando una huella imborrable en su comunidad y en la institución que lo vio crecer como soldado, Anderson permanecerá “en los corazones” de quienes hoy lo despidieron.
Jaime Ávila, padre de Anderson, en diálogo con Zona Cero, expresó su sentir en medio de la despedida que le dio a su hijo en el Cementerio Los Olivos, ubicado en el kilómetro 7, en la vía al mar.
“Nos llevamos los mejores recuerdos de mi hijo, un excelente hijo, un excelente hermano, estaba muy pendiente de su hermana. El mayor anhelo de él era seguir adelante en el Ejército, él me decía que más adelante quería hacer un curso de suboficial y eso era lo que a él más le gustaba, el Ejército Nacional”, dijo.
El sueño de Anderson se vio materializado cuando cumplió los 18 años, tiempo después de pedirle a su papá en reiteradas ocasiones que lo llevara a prestar el servicio militar.
“Desde muy niño, desde que tenía 10 años y uso de razón, me decía ‘papi, yo me quiero ir para el Ejército’, incluso después a los 15, ‘papi, ya sabes, que apenas que yo cumpla los 18 años, me llevas para el Ejército’. Nadie le quitó esa idea de la cabeza. La mamá le decía vamos a llevarte para que hagas una carrera técnica después de terminar el bachillerato. Decía no, mamá, yo apenas los cumpla me voy para el Ejército”, expresó en medio del dolor.
Ávila siente con orgullo por el deber cumplido de su hijo que le siguió los pasos en un sueño compartido.
“Yo también fui militar, fui reservista, a mí me ha gustado mucho el Ejército, y él lo sabía, se da cuenta de esas cosas, y a él también, desde muy niño, le gustó”.
Señaló que “apenas cumplió los 18 años en diciembre de 2023, en enero siguiente se fue a prestar el servicio en la PM, donde fue un excelente soldado. A mi hijo no le gustaba ni la cerveza, ni las fiestas. Era muy juicioso cuando llegaba a Barranquilla”.
El joven militar tenía planeado regresar a su hogar en el barrio Simón Bolívar, donde sus padres lo esperaban con los brazos abiertos. Sin embargo, ese anhelo quedó truncado al perder la vida en honor a su patria.
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“A mí hijo le gustaba la salchipapa y los asados que su mamá y yo hacíamos. Le dijo la mamá que apenas que llegara le hiciéramos un asado”, expresó el papá.
Anderson fue uno de los siete soldados asesinados por las disidencias de las FARC en el Guaviare, en una incursión armada que enlutó al país. En el hecho también falleció el soldado Jean Carlos Bolaños Romo, oriundo de Malambo.
Lamentamos el fallecimiento de nuestro soldado en un trabajo por preservar la nación
El Coronel Jorge Triviño, Segundo Comandante de la Segunda Brigada del Ejército Nacional, expresó su más sentidas condolencias a los familiares del soldado Anderson Stiven Bohórquez Ospina, de 20 años, en un acto de solidaridad y agradecimiento.
Aprovechó la oportunidad en medio del adiós a un héroe de la patria y envió un mensaje a los soldados que continúan en el Ejército para que sigan defendiendo al país.
“Es muy triste la noticia y el fallecimiento de nuestros soldados, pero esa es la misión de nosotros los soldados en el Ejército Nacional y es ese arrojo y esa valentía por preservar una nación y un país como lo tenemos y cómo lo queremos nosotros”, manifestó el Coronel.
“No me queda sino decirle a nuestros soldados que hay que seguir adelante porque un día juramos defender nuestra patria y los intereses de nuestra nación. Seguir adelante es nuestro trabajo, es nuestra vocación y eso es lo que vamos a seguir haciendo con todo ese arrojo y esa berraquera que tienen nuestros soldados colombianos”.
“Lo estamos recordando hoy con mucho amor y mucha tristeza”: allegados de Anderson Bohórquez
Cielo Salazar, una vecina y conocida de Anderson Stiven Bohórquez Ospina, recordó con nostalgia al joven de 20 años y deseó que Dios lo reciba en su santo reino.
“Él era un pelado sencillo y muy colaborador. Cuando venía del Ejército y llegaba acá al barrio de una vez se iba para donde estaban los amiguitos. Por eso lo están recordando hoy con mucho amor y mucha tristeza”, dijo Cielo con voz entrecortada, quien pidió a Dios que lo tenga en su santo reino.
Los amigos de Anderson, vestidos de blanco, también llegaron a despedirse, expresando que “siempre lo recordaremos como una buena persona. Que lo vamos a extrañar, que lo queremos mucho y que lo llevaremos en el corazón”.
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