Víctor Herrán sigue conmocionado por lo ocurrido. Él fue la persona que descubrió la horrenda escena al interior de la finca El Gran Chaparral, ubicada en una zona semirural de la calle 81 con carrera 34B.

Víctor es el hijo de Jaime Enrique Herrán Oviedo, una de las cuatro personas asesinadas con arma blanca dentro de ese predio. El joven relató esos momentos cuando descubrió todo.

"Como de costumbre llegué y al llamar a la puerta nadie me respondió. Me pareció raro porque al primer llamado siempre salía alguien como mi papá, Betsaida o Griselda. Me pareció raro que los reflectores del lugar estaban aún encendidos porque mi papá siempre los apagaba temprano. Presentía algo, entré con un palo en las manos porque sospechaba que algo había pasado. Cuando ingresé a la casa me encontré primero con los cuerpos de ellas en el baño. No encontraba a mi papá y guardaba la esperanza de que hubiera logrado huir, pero después lo hallé cerca del apartamento que le había hecho a su trabajador. También estaba muerto", relató Víctor.

El joven detalló que existen sospechas sobre esta masacre en la familia que su papá hospedó en la misma finca con el fin de ayudarlos.

"Era una pareja con sus cuatro hijos. Mi papá le dio posada y el señor le ayudaba a mi papá con la pesebrera. Les dio posada hace como cinco meses por los niños, pero mi papá les aclaró en principio que no podía pagarle pero les daba posada si le ayudaban con las labores diarias.  Sin embargo, recientemente le estaba pagando 15 mil pesos diarios por las labores", dijo Víctor.

El hijo de Jaime Enrique alcanzó a hablar días antes con su papá sobre algunas situaciones que estaban pasando con ese trabajador a quien le dio posada.

"El trabajador no es venezolano. Es de Magangué y la mujer sí es venezolana. Ambos llegaron con sus cuatro hijos allá a la finca y mi papá me había dicho que los notaba raro como si estuvieran inconformes. Que ya no dejaban salir a los niños y paraban encerrados en el apartamento. Incluso Betsaida me alcanzó a decir que la mujer del hombre estaba lavando toda la ropa y estaban como preparándose para irse a escondidas", dijo Víctor.

El trabajador, llamado 'Alberto', quien es descrito como una persona atlética, de tez morena y corte militar, es buscado por la Policía junto a su familia por ser los principales sospechosos de esta masacre, ya que no se sabe nada de ellos desde que se descubrió el múltiple homicidio.

En la finca también fueron asesinadas Betsaida del Carmen Acevedo Espinosa, con quien Jaime sostenía una relación sentimental desde hace 22 años; Griselda Del Carmen, hermana de Betsaida; y Sandra Milena Ricardo Montes, prima de las dos mujeres y quien hace 20 días había llegado a quedarse en el lugar tras venirse de su natal pueblo Caimito, Sucre.

De Jaime Enrique su hijo indicó que contaba con 75 años y era natural de Chaparral, Tolima, pero tenía más de 40 años de estar viviendo en Barranquilla.

El hombre era ingeniero forestal de la Universidad Francisco José de Caldas, pero no estaba ya ejerciendo su profesión y vivía de una pensión que había heredado.