"No había forma para poder sacarlas y tuvimos que evacuarlas por el techo"
El hijo y hermano de las mujeres quemadas contó los dramáticos momentos durante el incendio.
Con la mirada entristecida y leves quemaduras en su frente, brazo y pierna, Jesús Álvarez Rivera observaba su vivienda ubicada en la carrera 41 con calle 55 entre los barrios Villa del Carmen y Las Gaviotas en Soledad, después de que terminará totalmente incinerada por una conflagración registrada en la madrugada de este martes.
Todo comenzó a las 3 y 30 de la mañana mientras todos dormían, pero nunca se imaginaron que la superstición del número 13 y peor aún un martes ocasionara una tragedia.
Jesús contó que su mamá, Magaly Rivera Rodríguez, y su hermana, Maryuris Álvarez Rivera, le dieron aviso de que la casa se estaba incendiando.
Fueron los momentos más terribles y dolorosos de sus vidas. Todo se consumía rápidamente por las llamas, y la salida estaba obstruida por el fuego.
"No teníamos por donde salir, estábamos desesperados, como pude y enfrentándome al fuego me volé por el patio para intentar abrir la puerta y sacar a mi familia que estaba adentro. Cuando intentaba salir, cogí la pluma para sofocar las llamas pero eso no funcionaba", contó Jesús Álvarez.
En su cuerpo quedaron las marcas del fuego. Con la ayuda de los vecinos, pudo sacar con vida a sus tres familiares: madre, hermana y sobrino de 3 años.
"No había forma para poder sacarlas, pero gracias a Dios finalmente pudimos evacuarlas de la casa en llamas por el techo", relató Jesús.
Madre e hija fueron alcanzadas por las llamas ocasionándole heridas que las mantienen recluidas en la Unidad de Quemados de la Clínica Reina Catalina, en el norte de Barranquilla. La primera está delicada de salud, mientras que su hija ya está fuera de peligro.
Todo esto pasaba, y según los vecinos, los bomberos no aparecían.
"Demoraron más de 40 minutos, y ya todo estaba consumido. Si no se hubieran demorado, tal vez, algo material estuviera a salvo", contaron los vecinos.
La microempresa 'Almohadas y colchones donde Maga' se perdió en su totalidad, y todos sus años de trabajo se quemaron con las llamas provocadas por el aparente cortocircuito que despertó a la familia Álvarez Rivera este martes 13. Todo quedó reducido a cenizas.
"Todo se terminó. No quedó nada", dijo Jesús Álvarez.
Prácticamente quedaron en la calle, y así como la espuma con la que realizaban las almohadas y colchones, se desvaneció.
"Se quemó todo lo que teníamos. Ropa, electrodomésticos, la maquinaria de la empresa y una moto que estaba adentro. Todo explotó", dijo en medio del dolor el hijo y hermano de las heridas.
Sin embargo, todos los familiares, vecinos, amigos y conocidos, esperan que Magaly y Maryuris se recuperen de las heridas causadas y así poder emprender un nuevo sueño para continuar con su microempresa de espumas.