Un estudio de la Personería Distrital de Barranquilla revela una cifra de personas con casa por cárcel en esta capital que el agente del Ministerio Público, Miguel Ángel Alzate, no duda en calificar de “escandalosa”.

Los datos los obtiene el ente de control ahondando en  una investigación sobre factores que están incidiendo en la inseguridad que reina en la ciudad y que parecen estar lejos del control de las autoridades.

Delitos como el homicidio, la extorsión y el hurto van en aumento según las cifras entregadas el pasado viernes en Barranquilla por el mismo Fiscal General de la Nación Francisco Barbosa y en muchas ocasiones se reportan hechos de capturas de personas en las calles de la ciudad, a pesar de tener casa por cárcel.

Por ejemplo, el pasado 12 de enero la Policía Metropolitana de Barranquilla informó la captura de un delincuente minutos después de disparar contra un establecimiento comercial en el barrio San Nicolás.

Ese hombre fue identificado como Alejandro Peláez Villarreal, de 26 años de edad,  fue capturado en la carrera 4 con calle 38 B.

De él se informó que llevaba un brazalete de prisión domiciliaria en su pierna derecha y presentaba cuatro anotaciones, por fuga de presos, fabricación y porte de armas de fuego y dos por concierto para delinquir.

Peláez Villarreal hace parte de esa escandalosa cifra de delincuentes que deben estar en la casa con prisión domiciliaria, procesados o condenados, pero que están en las calles, delinquiendo.

Según el Personero, “de acuerdo a la vigilancia que hacemos nosotros al sistema carcelario,tenemos identificado que hay aproximadamente entre 7.000 y 8.000 personas, privadas de la libertad, de manera domiciliaria, y estas son vigiladas entre 10 y 15 funcionarios del Inpec, que entre otras cosas, no solo se dedican a la vigilancia sino también a todos los trámites legales de notificaciones o administrativos que implica una privación de la libertad en todos los domicilios”.

El Personero sostuvo que esta situación “demerita mucho la calidad de vigilancia que se puedan tener sobre estas personas privadas de la libertad”.

Lo más grave de este hecho es que por el número de guardianes disponibles para revisar “no se tiene posibilidad de hacerle un seguimiento estricto como lo merece y esto conlleva a que estas personas que están privadas de la libertad, o sigan delinquiendo desde su domicilios saliendo de manera no vigilada y eso redunda en lo que está pasando en Barranquilla en  Barranquilla en materia de seguridad”.

Las cárceles en Barranquilla tienen un hacinamiento promedio de 51 por ciento y desde allí también se “dinamiza” el delito de la extorsión que ha tenido un crecimiento del 167 por ciento el año anterior.

El Personero Alzate hizo un nuevo llamado al Inpec para que se habilite el pabellón que el 20 de abril de 2022 se inauguró en la Penitenciaría de El Bosque el cual tiene capacidad para albergar más de 500 reclusos.

En esa obra se invirtieron cerca de 26.000 millones de pesos y aún no funciona.