Sin lugar a dudas una de las tragedias que se presentó en Barranquilla durante el 2025 que termina fue la originada por la ingesta de licor adulterado que dejó 15 muertos y varios hospitalizados.

El hecho empezó a desencadenarse el pasado 23 de septiembre cuando al Nuevo Hospital General de Barranquilla ingresaron tres hombres con síntomas de intoxicación: dolor abdominal, vómitos, sudoración, entre otros.

Las autoridades de salud prendieron las alarmas cuando con el pasar de las horas empezaron a llegar más personas con los mismos síntomas y había reporte de personas fallecidas sin aparente causas en los barrios Rebolo, Universal, entre otros sectores de la ciudad. 

Al amanecer del 24 de septiembre ya se había activado la alerta tras confirmarse lo que se sospechaba: la situación estaba siendo originada por el consumo de licor adulterado. 

La emergencia, incluso, se extendió hasta los primeros días de octubre cuando se conocieron los últimos decesos. Estas dos últimas víctimas fueron identificadas por las autoridades como Aníbal Enrique Rivero Brochero y Jhonavy Del Valle Suárez.

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Pero también hay que recordar que por esta emergencia sanitaria murieron Nicolás Manuel Medrano, Helmot Enrique Escolar, José Felipe Crespo Ortiz, Emerito Alberto Miranda, Víctor Antonio Vargas, Ever Miranda Orozco, Pedro Pablo Capachero Caraballo, Jorge Luis Matta Velasque y Rafael Eduardo De Alba Fontalvo al igual que cuatro personas que no han sido identificadas, al parecer, por su condición de calle.

El Boliche, epicentro de la tragedia 

Fue en la calle 29 con carrera 39, en esa zona céntrica de la ciudad, invadido de carpas y ventas ambulantes, donde se desencadenó esta tragedia.

Para muchos era costumbre ver a personas consumiendo el famoso ‘cococho’, como popularmente se conoce el licor adulterado. 

Tanto así que cuando ocurrió el suceso muchos se atrevieron a decir que “está vez se pasó de los ingredientes, porque normalmente lo preparaban y no pasaba nada”. 

De manera rústica, en el lugar donde empezó la tragedia, en vía pública, la Policía halló pimpinas de alcohol (metanol). 

Allí era el lugar donde lo preparaban e incluso la persona que hacía el ‘cococho’ también murió en el suceso luego que también lo consumiera.

Esta persona fue identificada por la Policía como Nicolás Manuel Medrano, quien alcanzó a ser llevado al Nuevo Hospital de Barranquilla y allí posteriormente se confirmó su muerte. 

"Al llegar al lugar encontramos varias pimpinas de alcohol. Lo que nos dicen es que ahí se distribuía licor adulterado", dijo en ese momento quien fungía como comandante de la Policía Metropolitana de Barranquilla, General Edwin Urrego, quien recientemente fue trasladado a Cali. 

Noticia de alcance nacional 

Ante la situación, cinco días después de que las cifras de muertos y afectados iban creciendo con el pasar de las horas,  la Procuraduría General de la Nación solicitó a las autoridades acciones concretas al respecto. 

El Ministerio Público solicitó a la Secretaría de Salud y de Gobierno entregar informes sobre las medidas adoptadas para enfrentar la crisis: controles realizados y acciones para identificar y judicializar a los responsables con el fin de detener la producción y venta de bebidas adulteradas.

El órgano de control también exigió reportes sobre vigilancia a los establecimientos abiertos al público y el decomiso en puntos de venta de alcohol, así como las estrategias de prevención ciudadana y de pedagogía para advertir riesgos y prevenir nuevas víctimas.

Dichas acciones fueron realizadas y hasta la Policía Metropolitana de Barranquilla materializó operativos para desmantelar fábricas de licor adulterado en el suroriente de la ciudad, especialmente en los barrios Rebolo y Las Nieves. 

Un héroe con ‘bata’: afrontó la tercera tragedia por licor adulterado en Barranquilla 

El toxicólogo Agustín Guerrero terminó siendo ese héroe que no tiene capa pero sí bata. 

El profesional de la salud se encargó de la atención de las personas que llegaron al Hospital General de Barranquilla y luego remitidos a otros centros asistenciales. 

Por esos días de la emergencia, fue el médico que estuvo al tanto de la dosis de medicamentos que necesitaban para poder estabilizar a los pacientes que consumieron licor adulterado.

Algunos lograron sobrevivir y otros no corrieron con la misma suerte.

Guerrero, con su basta experiencia en la toxicología, asumió el reto de salvar vidas junto a otro grupo de personal médico.

El médico especialista atendió su tercera emergencia producida por licor adulterado.

La segunda había ocurrido el 13 de mayo de 2004, en plena celebración del Día de la Madre, cuando se intoxicaron 89 personas, de las cuales 19 murieron.  

El famoso ‘cococho’ provino del centro de la ciudad y se expandió a varios rincones por la proliferación de la venta clandestina. 

Muchas familias empezaron a celebrar ese día con ese licor sin imaginar que lo peor estaba por suceder. 

El médico Agustín Guerrero recordó que muchas de las personas que se salvaron, al menos 30, quedaron con problemas visuales. 

La otra tragedia, la primera de que se tiene registros, ocurrió el 19 de septiembre de 1989 cuando un total de 31 personas se intoxicaron, de las cuales 21 fallecieron, convirtiéndose en el peor de los casos con el mayor número de víctimas mortales.

Cada una de estas tragedias deben generar reflexión en la comunidad para que nunca más algo similar vuelva a suceder en la ciudad y que existan fuertes controles por parte de las autoridades.

Tenga en cuenta que consumir licor adulterado es mortal.