La carrera 8, considerada por muchos como la 'zona rosa' del sur de Barranquilla, fue doblegada por la delincuencia, en lo que podemos denominar como un duro golpe para la economía de la ciudad.

Esta importante arteria vial es la preferida por miles de barranquilleros, que buscan espacios para rumbear, compartir con amigos y celebrar por algún tipo de motivo.

Sin embargo, este sábado, en gran parte de la carrera, se dio un hecho sin precedentes. Los negocios de rumba y baile no abrieron.

En un principio, eran los establecimientos ubicados entre la calle Murillo y calle 38.

Los negocios ubicados bajando la carrera 8 después de la calle 38 habían abierto, como La Estación.

Sin embargo, en un recorrido realizado por Zona Cero pasadas las 7 de la noche de este sábado, comprobamos que La Estación y otros negocios de rumba cerraron.

Solamente, se encontraban abiertos establecimientos de comidas rápidas y algunos billares.

Los negocios de rumba y baile que estaban cerrados estaban fuertemente custodiados por miembros de la Policía Nacional y del Ejército.

Los mismos establecimientos que todos los sábados se encuentran abarrotados de gente vestida para rumbear, anoche estaban desiertos.

Golpe a la economía

Sin duda alguna, este hecho sin precedentes es un duro golpe a la economía de Barranquilla.

Las pérdidas económicas de los establecimientos al no abrir un sábado son incalculables. Además, es un puente festivo, el primero del año.

Muchos clientes salen en parejas o en grupos grandes para disfrutar de la música y el baile.

También es un duro golpe para el bolsillo de los trabajadores de estos negocios cerrados. Muchos de ellos ganan por noche y hoy no pudieron trabajar.

Otros que sienten esta situación son los establecimientos de comidas rápidas, frecuentados por los clientes de los estaderos y discotecas.

Ni qué decir del transporte urbano. Buses y taxis, sin poder transportar a los usuarios que se dirigen o salen a altas horas de la noche de estos negocios.

"No cederemos ante el delito"

El coronel Óscar Daza, comandante encargado de la Policía Metropolitana de Barranquilla, se pronunció sobre lo que ocurrió la noche de este sábado en la carrera 8. 

"No vamos a permitir que unos pocos pretendan desestabilizar la tranquilidad de los ciudadanos que se ganan la vida honradamente. No estamos cediendo terreno ante el delito y seguiremos trabajando para evitar todo tipo de hechos delictivos", expresó el alto oficial.

"Tenemos un equipo identificando a las personas que intimidan a los comerciantes y que utilizan las redes sociales de manera inescrupulosa", agregó.

Invitó a la comunidad a que no divulguen la información en redes sociales, que no ha sido verificada por las autoridades. 

"Invitamos a nuestros a comerciantes a denunciar y garantizamos el acompañamiento las 24 horas", afirmó el coronel Óscar Daza.

Asesinato, posible detonante

De acuerdo con las investigaciones, el detonante de esta situación habría sido el asesinato de Luis Felipe Sánchez Camargo, quien intentó repeler el ataque con un arma que tenía en su poder pero ya había sido impactado y cayó al suelo.

Ocurrió el pasado jueves en la carrera 8 con calle 44, en un establecimiento de venta de motocicletas.

El hombre fue llevado al Camino Murillo y allí se confirmó su muerte.

Por su parte, el sicario se dio a la huida en una moto que era conducida por un cómplice.

Intimidaciones

A raíz de este homicidio, circularon unos audios en redes sociales y un panfleto, en donde lanzaban amenazas en contra de los establecimientos.

La intimidación era clara: si abrían este sábado iban a sufrir atentados.

De hecho, en la mañana fue hallado un artefacto explosivo en la terraza de un estadero, ubicado en la carrera 8 con calle 42, barrio La Alboraya, en el sur de la ciudad.

Era una granada de aturdimiento, según las autoridades. No estaba activada y tampoco tenía explosivos en su interior.

También hay que recordar que el pasado 11 de diciembre el restaurante 'Joselo de Colombia', ubicado en la carrera 8 con calle 40, fue blanco de un ataque armado, posterior a la exigencia de una extorsión al propietario del establecimiento comercial.

Sin lugar a dudas, el 7 de enero de 2023, quedará en la historia de Barranquilla como el día en que los estaderos y discotecas de la carrera 8, 'zona rosa' del sur de la ciudad, fueron doblegados hasta el punto de estar cerrados, por amenazas de la delincuencia.

Un duro golpe a la economía de la ciudad y de los trabajadores que dependen de estos establecimientos.

Aún queda el domingo y lunes festivo. ¿Abrirán?.