“Fue un momento difícil. Sentí miedo: me salvó el baúl de la moto al recibir las esquirlas”
El uniformado pensó en lo peor. Por fortuna, la granada explotó segundos después que la moto oficial pasara.
Sentado en su casa y al lado de los suyos permanece el patrullero Jader Ternera Gómez, luego de resultar herido con la granada que delincuentes en moto le lanzaron a él y a su compañero cuando lo perseguían en la noche del domingo en la calle 50 con carrera 35, barrio Lucero de Barranquilla.
Por fortuna, solo recibió pequeñas esquirlas y la situación no pasó a mayores. Pero no deja de ser traumático para un uniformado en que su trabajo consiste estar en la calle para cuidar a los ciudadanos de la delincuencia.
“Un momento difícil. Sentí miedo porque veíamos la granada en el piso y como íbamos a velocidad no podíamos parar ni ir a otro lado y lo que se hizo fue pasar por encima de ella. Afortunadamente no explotó cuando íbamos pasando”, relató.
El fuerte sonido que generó la granada le produjo de inmediato dolor de cabeza y afirmó que el baúl que lleva la motocicleta oficial permitió que no recibiera más esquirlas en la espalda.
“La motocicleta tiene un baúl y esta fue la que me protegió porque yo iba en la parte de atrás de la moto. Sino tuviera el baúl de pronto hubiera recibido más esquirlas en la espalda. También me salvó la velocidad de la moto, porque cuando vimos la granada aceleramos”, reveló.
Relató en detalle cómo inició la persecución.
“Nos encontrábamos realizando las labores de patrullajes en el cuadrante cuando la ciudadanía nos informa que, al parecer, en el sector había una motocicleta con unas personas sospechosas, que nunca las habían visto en el lugar. Nos señalaron la ruta de ellos, los vimos, empezamos la persecución. Ellos hicieron caso omiso a la orden de pare”, dijo.
Por un momento creyeron que lo que habían lanzado los delincuentes era un arma de fuego.
“Más adelante aceleran la moto, dejan caer un elemento y pensamos que era un arma de fuego, pero al pasar por encima de ella nos dimos cuenta que era una granada que estaba rodando y que la habían activado. Afortunadamente alcanzamos a pasar y es cuando detona la granada”, precisó
Agradece que Dios lo protegió, porque al observar la granada se imaginó lo peor.
“Una granada no es cualquier cosa y si vamos a pasar por encima de ella nos mata pensé yo. Yo pensé en lo peor que podía pasar y en Dios que es el único que nos protege. Vimos las cosas difíciles, sentí miedo”, puntualizó.
Por ahora, la Policía Metropolitana se encuentra en las labores investigativas para establecer cuál era la intención principal de los delincuentes con la granada.