Por lo visto iba a ser una parranda en grande, de esas que los rumberos llaman: “con todos los juguetes”, o como para “tirar la casa por la ventana”, aunque en este caso sería ‘a través de las rejas’; pues el punto acordado para la rumba era nada menos que la cárcel La Picota de Bogotá.

Sin embargo, la celebración se frustró repentinamente, pues el Inpec incautó el cargamento de licor que pretendían ingresar al penal para animar la celebración, que entre otras cosas no se logró establecer con qué motivo era, o si era rutinaria.

En efecto, en una operación de control y registro el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec), confirmó la incautación del “jugoso servicio de bar”, compuesto por 80 botellas de whisky, 10 de tequila, 2 de vodka y 47 latas de cerveza.

Según el director del instituto carcelario, coronel Daniel Gutiérrez, estos elementos prohibidos fueron hallados en una caneca metálica azul de 55 galones, con el rótulo de un supuesto refrigerante para vehículos. 

El informe no precisa quién figura como responsable del envío de la carga, ni tampoco quien oficiaba como receptor.

El funcionario manifestó que "los métodos ilícitos que implementan para el ingreso de elementos de prohibida tenencia no son los mismos, por tal motivo nos preparamos y fortalecemos continuamente la labor para seguir haciéndole frente a las acciones que degradan nuestra misionalidad".

Como se recordará en octubre del 2022, el Inpec reveló que mediante un operativo sorpresa de registro y control, fueron encontrados en el pabellón 21 de La Picota, varios tipos de licor, celulares y alimentos costosos.

Ante esos hallazgos, el director, coronel Edwin Gutiérrez, confirmó que se hará una reforma estructural a ese penal de máxima seguridad, que en los últimos años ha protagonizado varios escándalos de corrupción en Colombia. 

"En el Inpec seguimos comprometidos con la lucha contra la corrupción y con toda estrategia que nos permita continuar con nuestro propósito de contar con cárceles más humanas y aptas para la resocialización integral de nuestra población privada de la libertad", precisó Gutiérrez.

Tras la incautación de este último cargamento de whisky, tequila, vodka, y cerveza para el 'desenguayabe', queda por saber en qué patio de penal era la pachanga, quiénes se quedaron con la invitación en la mano, y si además, había invitados externos al convite.