Contestar una llamada en una calle con poca iluminación le costó la vida al profesor Ricardo Pacheco
Los delincuentes observaron el celular, lo intimidaron con un arma de fuego y lo mataron para robarlo.
Las calles de esta vieja Barranquilla y su Área Metropolitana se han convertido en un blanco objetivo para que los delincuentes cometan sus ilícitos: los más comunes, homicidios y atracos a mano armada. Quien esté en la calle corre peligro, manifiestan ciudadanos por la percepción de inseguridad que se vive en los últimos tiempos.
A la familia Pacheco Soto los sorprendió una muerte violenta. Nunca se imaginaron que esta situación llegaría a sus vidas, pero delincuentes armados volvieron protagonista a un miembro de su familia. La víctima fue Ricardo Alfonso, de 33 años, quien trabajaba como docente en el área de humanidades de la Institución Educativa Inmaculada Concepción en el barrio Santo Domingo, suroccidente de Barranquilla.
Cuando caminaba hacia su casa por la carrera 14 entre calles 34 y 35 del barrio La Unión, Pacheco Soto recibió una llamada de un conocido. Su pecado fue contestar en ese momento, pues cerca habían delincuentes que estaban 'pescando' a su próxima víctima. Los antisociales lo interceptaron intimidándolo con un arma de fuego para despojarlo de su celular.
Testigos del lugar observaron a dos hombres como sí estuvieran peleando, pero al notar que había otra tercera persona en una moto se dieron cuenta de que estaban robando. Todo fue en cuestión de segundos, Ricardo Alfonso pudo librarse en el forcejeo e intentó correr, pero el delincuente le disparó para cumplir su objetivo. El docente cayó al suelo gravemente herido lo que fue aprovechado por el antisocial para arrebatarle el celular de alta gama y de inmediato darse a la huida.
Ricardo Alfonso permaneció tirado en el suelo por varios minutos tratando de luchar contra la muerte, y rápidamente fue trasladado a la Clínica Campbell, ubicada a tres calles del lugar del atraco.
Ahí, en el centro asistencial, recibió atención médica, pero a los pocos minutos, Pacheco Soto dejó de existir: la muerte le ganó, y también los delincuentes. Una vida menos por culpa de la inseguridad.
La fatal noticia llegó a la vivienda del docente ubicada en el mismo barrio. Por un momento fueron incrédulos, pero al llegar a la Clínica Campbell, y notar que su nombre estaba escrito en el libro de admisiones confirmaron la trágica noticia.
En medio del dolor, sus familiares, indicaron que Ricardo había salido a comprar unas cosas que necesitaba su esposa, quien se encuentra en estado de embarazo. "Él salió a comprar, pero cuando venía de regreso recibió la llamada y fue cuando los delincuentes lo vieron. Lo llevaron a la Clínica Campbell para darle los primeros auxilios pero falleció", dijeron.
Gran maestro y amigo
El personal administrativo, docente y estudiantil de la Institución Educativa Distrital Inmaculada Concepción, permanece en duelo de 48 horas, por la muerte del profesor Ricardo Alfonso Pacheco Soto, a quien consideraban como un gran maestro y amigo de todos en el centro educativo.
Magaly Iglesias Mercado, rectora de la institución, recordó los momentos que Ricardo vivió durante sus diez años en el colegio.
"Ricardo Pacheco, es sinónimo de inteligencia, lealtad, amistad y por supuesto responsabilidad, ya que a la hora de realizar su trabajo lo hacía con ganas, era una persona muy apasionada por su profesión. Era el líder del proyecto de comunicación de la institución, creó un periódico estudiantil hace dos años al que nombró 'La Voz Inmaculada'. Y que aún seguimos haciendo para motivar a los estudiantes a escribir", dijo la rectora.
Hoy (jueves) y mañana (viernes) los 760 estudiantes del colegio, y el personal de docentes permanecerá en duelo para rendir homenaje a la memoria del docente Ricardo Pacheco. "Era un docente comprometido con el trabajo. Más que un tutor era un amigo para los estudiantes, tenía buen humor y fue un gran compañero. Hoy nos duele como ha sido víctima de la inseguridad. Hemos perdido un gran valor de la institución", contó Magaly Iglesias.
Ricardo Pacheco dictaba clases del área de humanidades a los estudiantes de los grados de bachillerato (6º a 11º).
Magaly Iglesias aprovechó para hacerle un llamado a las autoridades por la inseguridad que se vive en la ciudad por estos tiempos. "Nosotros, al igual que todas las instituciones, rechazamos la muerte de nuestro colega. Le pedimos a las autoridades que magnifiquen las estrategias para minimizar la ola de criminalidad. Deben sacar al Ejército también para que hagan patrullajes, tenemos que duplicar las fuerzas para que los delincuentes no se aprovechen de personas inocentes", explicó Iglesias.
Para el día lunes, la institución tiene programada una marcha pacífica para rechazar la inseguridad. "Vamos a salir a la calle para rechazar todo esto que está pasando, hoy fue nuestro profesor, mañana puede ser otra persona inocente. Todos tenemos que poner un granito de arena".
Terminando su tesis para su maestría
Ricardo Alfonso Pacheco Soto, siempre se caracterizó por ser una persona intelectual, así lo manifestaron sus familiares, y ya estaba preparando su tesis para culminar su maestría de Literatura en la Universidad del Atlántico.
"Siempre fue un gran profesional, estuvo en varios proyectos importantes. Hizo parte del grupo Relata del Ministerio de Cultura, y desde que terminó su carrera de pregrado en 2008, se preocupó por ser un gran profesional y buscaba sobresalir a diario con sus estudios", señalaron sus familiares.
Pacheco Soto en los próximos meses iba a recibir a su hijo, debido a que su compañera sentimental está comenzando su periodo de gestación. Era barranquillero y residía en la calle 31 con carrera 15C a pocas calles del lugar en el que fue víctima de la delincuencia que azota a Barranquilla en los últimos meses.