Como Manuel Enrique Escorcia Fonseca fue identificado el hombre que murió en la sede de Barranquilla de la Clinica Campbell, en la noche del pasado domingo, a causa de las múltiples contusiones y fracturas que sufrió tras ser embestido por un carro particular.

Allegados al comerciante de 47 años relataron que a las 7 de la noche llegó a un estanco ubicado en la calle 30 con carrera 41, en el centro de Barranquilla, y se puso a tomar hasta que cerraron el establecimiento. 

"Nos fuimos en un taxi que siempre nos hace el recorrido. Cuando llegamos al Tauro de la 30, el vehículo paró y Pepe se bajó. Nosotros seguimos adelante y no pasó ni un minuto cuando el conductor dijo que lo habían atropellado", contó Ana Colpas, amiga del fallecido, quien lo acompañaba en el taxi.

El vehículo de servicio público se devolvió y lo encontraron ahí tirado. Del automóvil que lo embistió descendió un joven y entre todos llamaron a una ambulancia que lo llevó a la Clínica Campbell.

Sobre los motivos del accidente, Colpas afirmó que no saben si fue imprudencia de Escorcia o si el vehículo iba a alta velocidad, lo que aseguró fue que "el conductor fue totalmente responsable: se bajó, lo acompañó hasta la clínica y esperó hasta que llegaron los familiares".

En la clínica les dijeron que el comerciante, oriundo de Valledupar, estaba grave y que lo tenían intubado. "Diez minutos después nos dijeron que había fallecido. Siempre lo dejábamos en esa zona, tomaba la oreja y seguía hacia Simon Bolívar, donde vivía arrendado. En el año y medio que tengo de conocerlo nunca le había pasado nada", recordó la amiga del fallecido.

Manuel Enrique Escorcia Fonseca era soltero, no tenía hijos y trabajaba en un almacén del centro. Sus amigos lo recuerdan como "una persona alegre, que se hacía querer, siempre sonriendo, humilde y con la que se podía contar siempre".