Se conoció en la víspera un nuevo listado de los Estados Unidos sancionando a una serie de personas y empresas de Latinoamérica que el gobierno de esa nación vincula al grupo terrorista  Hezbolá.

Una de esas empresas, conocida como Zanga S.A.S., tiene sede en Barranquilla, según registro de la Cámara de Comercio de esta capital.

La Oficina de Control de Activos Extranjeros (Ofac) del Departamento del Tesoro de EE.UU. la involucra como una de las supuestas empresas financiadoras de la organización terrorista Hezbolá.

Zona Cero verificó en los registros de la Cámara de Comercio de Barranquilla y lo más visible en el certificado de la entidad es que “este comerciante no ha cumplido con su deber legal de renovar su matrícula mercantil”.

Aparece como domicilio de la empresa un inmueble de la carrera 49C con la calle 102, pero lo que realmente existe en esa dirección es un edificio de apartamentos “y nunca ha operado allí ninguna compañía exportadora”.

Zanga S.A.S., ahora en la lista Clinton, fue creada en la Cámara de Comercio de Barranquilla el 4 de marzo de 2015.

La sociedad tendría por objeto social principal: 

1. Comercialización, importación de cementos, cerámicas, tubería plástica y metaliza, porcelana sanitaria, materiales para la construcción, acero, aluminio, rejas, puertas, mallas y alambres. 

2. Exportación de carbón vegetal. 

3. Podrá realizar cualquier otra actividad económica lícita tanto en Colombia como en el extranjero.

Zanga S.A.S. renovó por última vez su matrícula mercantil en la Cámara de Comercio de Barranquilla en 2022 y a la fecha, no la ha renovado en 2023.

Como representante legal aparece Akil Helbawi Mahdy, el mismo que según las autoridades norteamericanas desarrolla diversas actividades comerciales en Colombia para favorecer las acciones terroristas de Hezbolá.

El señalado empresario, según las autoridades estadounidenses, sería hijo de Amer Mohamed Akil Rada, un alto funcionario de Hezbolá.

A Amer Mohamed Akil Rada se le señala como uno de los integrantes de Hezbolá que "llevó a cabo el ataque terrorista contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA)" en 1994, que mató a 85 personas.

Aunque actualmente vive en el Líbano, desempeñó un papel operativo para el grupo durante más de una década en América del Sur y coordinó actividades de varias empresas como la exportación de carbón vegetal de Colombia al Líbano, cuyos ingresos fueron en su mayoría para la organización.