Una nueva polémica se desató por una parranda vallenata ocurrida en la cárcel La Picota de Bogotá, en la que participaron los extraditables, un grupo interno del pabellón de alta seguridad.

Lo anterior, se dio en el marco de la celebración a la Virgen de las Mercedes, conocida, la patrona de los reclusos.

A través de unas imágenes reveladas por la revista Semana, se puede observar la presencia en el lugar del cantante Mono Zabaleta y su acordeonero, entre otros artistas, quienes departían con los extraditables con whisky, cervezas y juegos de mesa.

Ante la indignante parranda, el Ministro de Justicia, Néstor Iván Osuna Patiño, advirtió que “las cárceles no son clubes de recreo y en aquellos centros donde el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec) no pueda mantener el control habrá cambios como ocurrió en La Picota”.

Osuna hizo dicha advertencia en una reunión con el director del Inpec, coronel Daniel Fernando Gutiérrez, en la que se acordó designar como nuevo director del centro carcelario La Picota, al dragoneante Horacio Bustamante Reyes, y mantener los operativos sorpresa de los Grupos Especiales (GROPES) en todos los establecimientos penitenciarios y carcelarios del país.

A través de un operativo sorpresa en La Picota, las autoridades decomisaron 122 celulares, 30 modem de internet, 5 tabletas, 3 proyectores, 4 relojes inteligentes, 5 audífonos para celulares inalámbricos, 11 decodificadores para televisión, 19 parlantes de música, 184 botellas de licor, entre whisky, tequila, vino y champaña, así como $400.000 de dinero en efectivo.

Dichos elementos están prohibidos en los centros penitenciarios y carcelarios.

De igual forma, el Ministerio de Justicia reveló que se decomisaron 9 televisores de gran tamaño, 17 hieleras, 25 estufas eléctricas, 5 neveras, 3 cafeteras, 9 licuadoras, 1 DVD, 16 sanducheras y 9 ollas a presión.