Suecia llega a los 3.040 muertos por Covid-19, pero mantiene estable la curva
Casos positivos registrados ascienden a 24.623.
Suecia, que ha apostado por una línea menos restrictiva para luchar contra la pandemia de Covid-19 que otros países europeos, superó hoy los 3.000 muertos por esta enfermedad, según los últimos datos oficiales, que apuntan a que la curva de infectados y fallecidos se ha estabilizado en las últimas semanas.
El número de muertos es ahora de 3.040, 99 más que ayer, y los positivos registrados, 24.623, 705 más, siguiendo la tendencia descendiente iniciada a finales de abril en este país de algo más de 10 millones de habitantes.
La Agencia de Salud Pública de Suecia ya había revelado hace unos días que la tasa de reproducción del Covid-19 se ha estabilizado por debajo de 1,0, lo que indica que se está controlando la epidemia.
Las autoridades suecas han apostado por una estrategia de informar de algunas recomendaciones generales para proteger sobre todo a los grupos de riesgo y apelar a la responsabilidad individual, a la vez que han ido introduciendo algunas medidas restrictivas de forma progresiva.
Suecia no ha cerrado ni guarderías ni escuelas (sí institutos y universidades) y mantiene abiertos con restricciones bares y restaurantes, aunque ha prohibido concentraciones de más de 50 personas, siguiendo las recomendaciones de las autoridades sanitarias, de acuerdo con la tradición de autonomía de las agencias públicas en este país nórdico.
Las cifras de infectados y muertos son sensiblemente más elevadas que las del resto de países nórdicos, que han adoptado estrategias más severas pero no confinamiento, si bien están lejos de las de los países más afectados como España, Italia, Francia o Reino Unido.
"Nos hemos mantenido por debajo de lo que la sanidad puede asumir, aunque es duro igualmente para los profesionales", dijo hoy en rueda de prensa en Estocolmo el epidemiólogo jefe Anders Tegnell
Comisión para estudiar la actuación del gobierno
El Parlamento sueco aprobó a mediados de abril una ley temporal de urgencia que permite al Ejecutivo cerrar puertos, aeropuertos, estaciones de tren, centros comerciales y restaurantes, además de redistribuir material y medicinas sin pasar por la Cámara, aunque esta puede revocar las medidas en días posteriores.
La nueva ley, vigente hasta junio, no ha sido sin embargo puesta en práctica todavía.
El primer ministro sueco, Stefan Löfven, anunció hoy que quiere crear una comisión para analizar las decisiones tomadas durante la crisis, aunque pretende que no empiece a trabajar hasta que se supere la pandemia.
EFE