La Cámara Colombiana de Infraestructura advirtió este viernes que seis artículos aprobados en el Plan Nacional de Desarrollo "Colombia potencia mundial de la vida 2022-2026″, aprobado por el Senado y la Cámara de Representantes, 
dan vía libre a la contratación directa en favor de ciertos segmentos poblacionales y en detrimento de otros, lo que allanaría el terreno para la corrupción en la adjudicación de contratos de obras civiles.

También alerta sobre la concentración de los contratos especializados en manos inexpertas.

En ese sentido, asegura que ciertos procesos contractuales amparados bajo la figura de Asociaciones Público- populares favorecerán a determinados segmentos poblacionales e irán en contra de otros, como las pequeñas y medianas empresas que hoy se asientan en las regiones.

“En un evidente contrasentido, serán entonces los grupos comunitarios los llamados a realizar labores especializadas y no los ingenieros que son, justamente, los profesionales idóneos para tal fin”, asegura.

El gremio se refiere de manera  concreta a los artículos (79, 98, 99, 277, 351 y 366) que podrían constituirse en los que llama "desnaturalización" de la Ley 80 (Estatuto General de Contratación de la Administración.

Para la Cámara Colombiana de Infraestructura  -CCI- ante la “protuberante falta de competencia en los procesos de contratación con el Estado, queda al descubierto que los proyectos no contarán con la planeación requerida (estudios y diseños)”.

En consecuencia, explican que con un deficiente ejercicio de planeación, los recursos destinados a financiar la iniciativa nunca serán suficientes, lo que a la postre de reflejará en obras inconclusas y con muy bajos estándares de calidad.

Agregan además que la aprobación en el PND de los artículos en discusión sería el fin de las pequeñas y medianas empresas de ingeniería del país por la falta de competencia, la concentración de la contratación en manos inexpertas y la proliferación de contratos permeados por la corrupción.

“El enfoque erróneo de los mencionados artículos estimula, en síntesis, la mediocridad técnica, e incluso el fracaso de las obras, pero además tira por la borda la conquista histórica de los pliegos-tipo (Ley 1882 de 2018), que evita las licitaciones amañadas y propende por la pluralidad de oferentes en las mismas”, indican en el comunicado