La Cancillería, con el apoyo de la Fuerza Aérea Colombiana, repatrió hoy a un grupo de 25 ciudadanos, entre ellos ocho menores de edad y una persona discapacitada, que fueron evacuados de la isla de San Martín, debido a la llegada de los huracanes Irma y José.

El grupo de colombianos llegó al comando de transporte aéreo (Catam) de Bogotá, donde fueron recibidos por el director de Asuntos Consulares de la Cancillería, Javier Darío Higuera.

"Desde que inició el plan de contingencia para ayudar a colombianos víctimas de estos huracanes en el Caribe y EE.UU. hemos recibido 175 solicitudes de asistencia para orientación y evacuarlos de albergues", detalló Higuera a periodistas.

En este sentido, explicó que de las 175 solicitudes ya han conseguido evacuar a 52 personas. Entre ellas está el grupo de 25 personas que hoy llegó a Bogotá desde Panamá, donde "pasaron toda la noche bajo la responsabilidad del consulado".

Una vez en Bogotá, serán traslados a sus ciudades de origen.

"Tenemos funcionarios de Cancillería en la isla San Martín y es difícil la comunicación entre nosotros y ellos. A medida que contactamos vamos poniéndolos en contacto (con sus familiares)", destacó Higuera.

Por último, el funcionario de la Cancillería comentó que están trabajando con gobierno locales y tienen "sinergia" con el Gobierno de la República Dominicana, desde donde partió otro avión para San Martín.

Además, hizo un llamado para los colombianos que siguen en San Martín para que acudan al aeropuerto de la isla y desde donde esperan llevarlos a Santo Domingo y luego a Bogotá.

María Luisa Gómez es una de las mujeres que fue evacuada y llegó Catam junto a su hija y su nieto.

La mujer comentó que el paso del huracán "fue muy terrible, algo muy fuerte".

"Donde vivo quedó muy destruido, pero estamos bien. Allá se pusieron cosas (para bloquear) ventanas y puertas", agregó Gómez, que vive allí desde 1979 aunque es oriunda de la ciudad colombiana de Cali.

En el mismo avión llegó Johan Varela, nacido de Medellín, quien aseguró que en el momento en que el huracán tocó la isla estaban "todos encerrados en un cuarto, que era el más seguro".

Luego se fue la luz y el agua y se quedaron sin energía en toda la isla.

Su hermana consiguió localizar a las autoridades y a Panamá llegó junto a su pareja. En el istmo se encontró con su prima y sus hijos y todos juntos llegaron a Bogotá.

"Fue muy horrible, pensamos que íbamos a morir porque en las paredes, en las ventanas, todo sonaba, los animales, las ventanas, los carros, todo se movía. El huracán nos aturdía los oídos", resumió Nora Nubia Espinosa, caleña que estaba en la isla de San Martín.

Para sobrevivir, se trasladaron a un edificio que era "todo de concreto" y allí esperaron a que el Irma pasase.

EFE