Plebiscito en Colombia fue arriesgado por complejidad del acuerdo, dice experto
Achacó parte del resultado del referéndum a los "fantasmas" agitados de la campaña del ‘No’.
El director del Centro Internacional de Toledo para la Paz (CITPax), Emilio Cassinello, consideró hoy "muy arriesgada" la decisión de someter a plebiscito los acuerdos de paz alcanzados entre El Gobierno de Colombia y las FARC por tratarse de un documento "muy complejo e innovador".
"La paz divide, la guerra une", advirtió hoy Casinello, durante su intervención en Madrid en un foro del Real Instituto Elcano sobre el futuro de la paz en Colombia tras el resultado del plebiscito celebrado el pasado 2 de octubre.
A su juicio, el resultado no debe considerarse como la "división" entre partidarios de la paz y la guerra, sino como un reflejo de las distintas "posiciones políticas" de la sociedad colombiana.
El investigador principal del Real Instituto Elcano de España y experto en América Latina, Carlos Malamud, achacó parte del resultado del referéndum a los "fantasmas" agitados de la campaña del "no" y consideró que el plebiscito, además de los acuerdos, tuvo tres grandes derrotados: el Gobierno, las FARC y la izquierda colombiana.
Y es que a su juicio, gran parte del sector progresista del electorado colombiano consideró que "un voto al sí, era un voto a Santos", y prefirió quedarse en casa, explicó.
Malamud cree que ahora es el momento de que los tres actores implicados -partidarios del "sí", el "no" y las FARC-, incorporen cambios al proceso y se genere un nuevo acuerdo, que solo será "viable" si existe "voluntad" entre las tres partes, advirtió.
Más optimista, el embajador de Colombia en España, Alberto Furmanski, se mostró convencido de que "la paz se va a lograr", ya que todas las partes están interesadas en ello; prueba de ello fue la reunión del presidente colombiano, Juan Manuel Santos y el expresidente Álvaro Úribe, uno de los principales promotores del "no", a los pocos días de la votación.
A su juicio, la firma de los acuerdos de paz ya supuso un gran avance, la aceptación de la guerrilla del Estado de derecho y el sistema económico colombianos. "Esta es una ventana que no debemos desaprovechar", apeló Furmanski.
Sobre el punto de mayor fricción entre ambas partes, la justicia transicional que incluye una ley de amnistía, Cassinello recordó que de los cerca de 500 acuerdos firmados desde 1945 -en Irlanda, Sudáfrica o España-, todos han incorporado acuerdos similares.
El director del Real Instituto Elcano, Charles Powell, coincidió en este extremo y consideró que si España hubiera votado la amnistía que acordaron los partidos políticos durante la Transición a la actual democracia -finales década de los 70- probablemente la población también la hubiera rechazado.
EFE