Los problemas en la ESE Hospital de Baranoa persisten pese al reintegro del Gerente titular Pedro Araujo Zárate y la reapertura de los servicios ordenada por la Secretaría de Salud Departamental.

Ahora, todo corre por cuenta de la junta directiva de la entidad, presidida por el Alcalde Lázaro Escalante Estrada, quien paradójicamente es Médico de profesión.

Luego que Araujo Zárate reasumió el puesto y los servicios fueron restablecidos, todo parecería indicar que la situación por lo menos regresaría a la normalidad.

Sin embargo, no ha sido así. Quizás lo que nadie esperaba es que desde la junta, presidida por el Alcalde Escalante Estrada, la operatividad y continuidad del servicio estaría entorpecida.

La primera señal se dio el pasado viernes cuando supuestamente se aprobaría una adición presupuestal que garantizaría la prestación de los servicios hasta el final de 2018.

Pero no fue así. Los miembros de junta solicitaron información adicional sobre la contratación con las EPS, lo cual fue entregado de manera oportuna.

Aún así, la junta decidió el pasado viernes posponer para este martes cualquier decisión al respecto. Para sorpresa, la junta requirió información adicional relacionada con las actas de concertación de contratación, lo cual igualmente fue entregada de manera inmediata.

Sin embargo, al final lo hizo la junta hoy fue autorizar una adición presupuestal de apenas $30 millones, lo que no garantiza la operatividad ni la continuidad del servicio de la ESE para lo que resta del año.

Esta situación no solo genera intranquilidad en los  usuarios sino también en el personal, debido a la inestabilidad que se le da al sistema de atención en salud de la ESE.

La preocupación de los trabajadores también radica en el hecho de que la pretensión de uno de los miembros de junta, es la de realizar contratos con personal a 20 días. Lo que prácticamente significaría “amarrar” al Gerente para poder disponer del personal requerido todo el tiempo, de manera continua, como lo ordena este servicio público fundamental para la población, sin atenerse a lo que pudiese decidir o no la junta.

Es de anotar que la voz cantante en la junta directiva la llevan el Alcalde Lázaro Escalante Estrada; el representante de los empleados administrativos, Ernesto Escobar y María Esperanza Rodríguez, Secretaria de Salud Municipal. A ellos se suma Armando Gutiérrez Caguana, un Psicólogo que funge como asesor del Alcalde y de Ernesto Escobar. Gutiérrez no hace parte de la junta pero participa en ellas argumentando su condición de asesor de Escalante Estrada y Ernesto Escobar.

Frente a esta coalición mayoritaria del Alcalde Lázaro Escalante Estrada se encuentran otros dos miembros de junta, en minoría, que realmente luchan por los intereses de los trabajadores, los usuarios y la operatividad y continuidad del servicio. Son ellos Ricardo Llanos, representante de los usuarios y Nuriela Redondo, representante de los empleados asistenciales.

Por lo pronto, las mínimas adiciones aprobadas no alcanzarían para atender plenamente el servicio hasta el mes de diciembre.

Bajo esta incertidumbre se mantendrá en vilo la adición presupuestal requerida por la ESE hasta el 1o. de octubre cuando se dará el tercer capítulo de la junta.

No obstante, las recientes decisiones de la junta, en cabeza del Alcalde Lázaro Escalante, no garantizan la voluntad para disponer los recursos necesarios para que la ESE pueda funcionar de manera continua y saludable, por lo menos en lo que resta de 2018.

Por el momento, la ESE se encuentra en riesgo de un cierre por segunda ocasión, en caso que la junta siga dilatando las acciones contundentes que se necesitan para sacar adelante a la institución.