No se deje tumbar: el valor por silla estará entre 20 mil y 25 mil pesos, fijó el Distrito
Mediante resolución 0024 de 2020, se reglamentó la ocupación temporal del espacio público, de común acuerdo con los representantes de las asociaciones de silleros de la fiesta.
Con intención de que los carnavaleros puedan disfrutar los desfiles de manera cómoda y sin contratiempos, la Alcaldía de Barranquilla ultima detalles apoyándose en la resolución 0024 de 2020, mediante la cual se reglamentó la ocupación temporal del espacio público y, de común acuerdo con los representantes de las asociaciones de silleros del Carnaval, se determinó que el cobro al público por silla estará entre 20.000 y 25.000 pesos, máximo.
“Lo que nosotros buscamos con estos acuerdos en que los asistentes paguen el precio justo, y que no se les intente cobrar más de lo fijado por el Distrito, pero también entendemos a los silleros y lo que para ellos representa esta labor, así que lo importante es que este acuerdo sea equitativo, donde ganen los asistentes y también se beneficien los silleros”, expresó la secretaria de Control Urbano y Espacio Público, Lizette Bermejo.
Este precio fue fijado para los desfiles tradicionales diferentes a los que se realizan en el sector de la Vía 40, como La Guacherna, Batalla de Flores de la 44, Desfile del Garabato Infantil, Carnaval de los Niños, Desfile del Rey Momo (calle 17), Carnaval del Recuerdo, Desfile de Joselito en la 84 y Guacherna LGBTI.
Así mismo, se acordó un número máximo de 20 sillas por cada responsable que solicita el permiso de uso del espacio público y las sillas.
El representante de los silleros, Jesús Mercado, manifestó: “Estamos de acuerdo con el precio estipulado y también acordamos el pago de los impuestos por el uso del espacio público”.
El impuesto por el uso del espacio público varía según el evento entre los 620 pesos hasta los 2.237 por silla.
La Secretaría de Control Urbano y Espacio Público contará con 250 personas que se encargarán de velar por el buen uso de los espacios públicos durante las fiestas del Carnaval, así como de verificar, en los desfiles, que los silleros cuenten con los permisos autorizados y originales que emite la dependencia, pues de esta manera garantiza que personas inescrupulosas no se aprovechen de los asistentes.
Estas medidas de control son respaldadas por los miembros de la asociación de silleros, como la presidenta de la Fundación Funemar, Johana Camaño, quien ha estado durante más de 18 años trabajando en el Carnaval de Barranquilla como sillera: “Hemos estado muy conformes y satisfechos con la labor que desde la Secretaría de Control Urbano y Espacio Público se ha venido realizando para apoyarnos, con buenos operativos, organización y manejo de personal. Esta es una labor digna y sabemos que con ellos garantizamos un buen servicio”.