Murió doña Magola: asistía a todos los funerales de Piojó, pero por emergencia no había dónde sepultarla
El cuerpo de la adulta mayor fue trasladado a El Vaivén.
En plena emergencia por deslizamientos y vías cerradas por el fuerte invierno, Magola Jiménez Ruiz, murió este jueves en Piojó, en el noroccidente del Atlántico, a la edad de 88 años.
Allí en esa población afectada cinco días atrás por los movimientos de tierra que destruyeron cerca de 86 viviendas y el cementerio municipal, sus habitantes habían advertido que “por fortuna no había fallecido nadie en la tragedia, porque ¿dónde lo iban a sepultar?".
Ese temor rondó en la población en el transcurrir de la semana luego de que el camposanto fuera clausurado mientras las autoridades buscan una reubicación del cementerio, en zona rural de la población de cerca de 5.000 habitantes.
Doña Magola, por su avanzada edad, ya sufría de varios quebrantos de salud. “Tenía muchas complicaciones” dijo a Zona Cero una tía.
Tras la muerte de la adulta mayor surgió entre sus familiares el gran interrogante sobre dónde sepultarla porque aún no se habían ventilado en el pueblo alternativas sobre cómo harían en caso de un fallecimiento.
Con las autoridades, locales se acordó que Magola, muy apreciada en su pueblo natal, fuera sepultada en el vecino corregimiento de Aguas Vivas, en zona rural de Piojó.
Inicialmente la mujer longeva, conocida en la población “porque iba a todos los sepelios del pueblo”, fue velada en la casa donde residía en el barrio Los Olivos, en el centro del pueblo, a donde llegó Zona Cero.
El ataúd estuvo unas 24 horas en la sala de la vivienda. Como no tuvo hijos, Magola estuvo rodeada del cariño de sus familiares, las sobrinas eran sus allegados más cercanos.
Casi a las dos de la tarde del viernes, una carroza llevó el ataúd y a unas pocas personas hasta Aguas Vivas en donde recibió cristiana sepultura.
La historia
La noticia de la muerte de doña Magola Jiménez Ruíz trascendió a los visitantes a Piojó este viernes cuando en medio de la reunión del Puesto de Mando Unificado para mostrar la cruda realidad del pueblo, ante las autoridades nacionales, la Gobernadora Elsa Noguera reveló su deceso mientras muy cerca de allí era velado el cuerpo de la adulta mayor.
La triste historia la conocieron la ministra de Trabajo, Gloria Inés Ramírez, quien por estos días, por el viaje del Presidente Gustavo Petro, cumple las funciones de Ministra Delegataria en Funciones Presidenciales; el director de la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo, Javier Pava; y la Primera Dama de la Nación, Verónica Alcocer, a quien se dirigió la Gobernadora, Elsa Noguera.
“Ayer murió doña Magola, paradójicamente, doña Magola era esa señora que en el pueblo no dejaba de asistir a ningún sepelio”, reveló la Gobernadora.
Recordó que los piojoneros decían: “Cuando muera doña Magola, para el entierro, aquí no va a caber la gente en Piojó”.
“Paradójicamente toca enterrarla en el corregimiento de Aguas Vivas”, señaló.
La gobernadora puso en conocimiento el episodio ante las autoridades nacionales para que exista la claridad de que “sí se necesita una solución” , una reubicación del cementerio y que los habitantes del pueblo puedan ser sepultados en su tierra.