Desde Barranquilla, la Defensora del Pueblo, Iris Marín Ortiz, insistió en que el país requiere de una Reforma a la Salud para atender los problemas estructurales y actuales del sistema. 

Indicó, además, que se deben tomar acciones urgentes para ir solucionando el agravamiento del acceso a la salud, mientras se tramita dicho proyecto. 

“Es importante y necesaria una Reforma a la Salud. Si bien hay situaciones coyunturales que están empeorando el acceso general a la salud, en particular a los medicamentos, y deben ser atendidas con urgencia sin supeditarlas a una reforma, también es cierto que no podemos esperar para resolver los problemas estructurales del sistema”, dijo.

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Expresó que la reforma debe poner a las personas y el derecho a la salud en el centro del proyecto, además de garantizar la suficiencia presupuestaria, acceso igualitario y la no discriminación. 

De igual manera, sostuvo que es necesario dentro de la reforma diseñar un plan de transición con anticipación a los cuellos de botella y respuesta institucional. 

La Defensoría identificó en su informe varios problemas estructurales y coyunturales como la falta de acceso a medicamentos, barreras administrativas y falta de transparencia, que afectan la disponibilidad y asequibilidad del sistema de salud.

De acuerdo con la Defensora del Pueblo se evidenciaron bajas capacidades en la prestación de servicios farmacéuticos en buena parte del territorio nacional, así como irregularidades derivadas del cambio de gestores farmacéuticos, especialmente en las EPS intervenidas.

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Igualmente, apuntó que existen barreras administrativas y burocráticas que se constituyen en mecanismos de “exclusión y afectan la continuidad de los tratamientos médicos”.

Por otra parte, mencionó que otro de los problemas del sistema es la falta de transparencia en los datos y en la información financiera de las EPS, IPS y los gestores farmacéuticos. 

“Hay falencias en la rendición de cuentas. Esto incrementa la desconfianza y la desinformación, y puede ser indicativo de posibles factores de corrupción en el uso de los recursos del sistema de salud”, afirmó. 

Marín Ortiz, en la audiencia pública defensorial celebrada este miércoles en el Coliseo de Competencias de la Universidad de la Costa, CUC, precisó que existe actualmente un “atasco de recursos”, es decir retrasos en los pagos de las deudas corrientes y acumuladas que terminan por alterar la cadena de prestación del servicio, afectando la disponibilidad de medicamentos y distorsiones en el suministro.

“Las distorsiones en la cadena logística de medicamentos responden a tres dinámicas principales: los laboratorios no despachan las cantidades solicitadas y requeridas por el sistema de salud; exigen pagos anticipados para realizar los despachos, lo que no ocurría antes, ya que tradicionalmente las operaciones comerciales funcionaban con plazos de pago a 30, 60 o 90 días; se fortalece el canal comercial frente a la debilidad institucional”, explicó.

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La Defensora enfatizó que no hay escasez de medicamentos, sino una falta de disponibilidad y asequibilidad dentro del mismo sistema de salud. 

“Los medicamentos existen, pero el sistema de salud no los tiene disponibles en todos los casos”, apuntó.