Las investigaciones por las presuntas irregularidades registradas en las áreas académica y administrativa de la Universidad Libre seccional Barranquilla, han tomado un rumbo inesperado.

Las graves denuncias que han sido formuladas no solamente parecen estar arropadas de la impunidad sino que, paradójicamente, los denunciantes han terminado denunciados por los propios denunciados.

Sin embargo, la comunidad estudiantil y otros sectores de la Universidad Libre se mantienen a la expectativa por graves situaciones relacionadas con la presunta comercialización de cupos para las especialidades médicas.

En este sentido, lo que aún no se ha aclarado, ni mucho menos justificado, como otros tantos hechos, es cómo fue que 15 aspirantes obtuviesen una nota de 5 en examen y 5 en las entrevistas, configurando la excelencia total.

A ello se suma un caso anterior cuando un estudiante quedó en el puesto 145 de aspirantes y de la noche a la mañana figuró en el lugar 45, saltándose 100 puestos, sin justificación alguna.

Tampoco han sido aclaradas las situaciones relacionadas con procesos licitatorios en la sede Centro, en los cuales aparentemente los plazos establecidos no fueron equitativos para todas las empresas interesadas en participar.

Además, existe preocupación por parte de los residentes por lo que consideran no recibir una academia de calidad en los hospitales ni tampoco una clara directriz de la Universidad al respecto.

Pese a los graves hechos que han sido denunciados, los denunciantes han sido puestos ante las autoridades, mientras las presuntas irregularidades siguen sin ser aclaradas y surgen amenazas de muerte contra quienes han señalado los hechos ante la opinión pública.

Es por ello, que los sectores estudiantiles exigen pronto resultado de las investigaciones.