El Defensor del Pueblo, Carlos Camargo Assís, hizo un llamado este lunes a las autoridades de los países de tránsito para atender a los menores de edad migrantes que cruzan sin compañía por las selvas del Darién hacia Panamá.

El trayecto que hacen los infantes se da en Apartadó y Necoclí, en Antioquia, y el corregimiento de Capurganá, en Acandí, Chocó, en los límites entre Colombia y Panamá.

Según Carlos Camargo, en los últimos meses se ha presentado el incremento de población transcontinental y del Caribe que usa el paso por la selva del Darién hacia Centro y Norteamérica.

“Desde la Defensoría del Pueblo observamos en el mes de mayo la salida por Necoclí hacia el tapón del Darién de 169 niños y niñas de 0 a 12 años y de 41 adolescentes entre los 13 y 17 años”, dijo Camargo.

También señaló que según el Servicio Nacional de Fronteras de Panamá en el año anterior “de presentó el cruce fronterizo de al menos 134.000 personas, de las que predominaba la presencia de grupos haitianos, la mayoría hombres, y unos 29.000 niños, niñas y adolescentes”.

El funcionario resalta que para el 2022 la mayoría son provenientes de Venezuela, también viajando con niños, niñas y adolescentes.

“Vale la pena mencionar que por falta de mecanismos oficiales hay un subregistro frente a la dinámica de movilidad humana y, en ese sentido, se sabe que persiste el flujo poblacional de personas haitianas, angoleños, senegaleses y de otras nacionalidades, pero tampoco se ha podido corroborar la cantidad exacta de personas”, manifestó.

La Defensoría del Pueblo y la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) precisan varias situaciones especiales:

1) La mayor presencia de familias que viajan con niños, niñas y adolescentes.

2) Debido a que tienen menor capacidad económica, los migrantes se ven obligados a permanecer en lugares de uso público y de calle.

3) Deben estar más tiempo en Colombia, realizando actividades económicas informales que les permita reunir los recursos que requiere el viaje.

“Se ha visto además un incremento de niñez no acompañada: desde Unicef Panamá reportaron la llegada de 17 jóvenes no acompañados a su frontera, lo que afecta el tejido social en el territorio y vulnera los derechos humanos de la niñez, sujeto de especial protección por parte del Estado colombiano”, complementó el Defensor del Pueblo.

Ante este escenario, “los menores de edad están mucho más expuestos para ser instrumentalizados por parte de los grupos armados ilegales y las organizaciones criminarles, que buscan aprovecharse de esta situación y cometen reclutamiento, violencia sexual, explotación sexual, violencias basadas en género y trata de personas”.

En la situación según la Defensoría “no existen mecanismos claros para verificación de parentesco, falta de sistemas de información pública con enfoque en niñez y debilidad en el registro en la entrada por la frontera entre Colombia y Ecuador, lo que aumenta las vulnerabilidades de los niños”.

Finalmente, la Defensoría pide a las instituciones del orden nacional y departamental “fortalecer” su presencia en las zonas fronterizas entre Colombia con Ecuador y Panamá, especialmente en los departamentos y municipios de la región del Urabá antioqueño y chocoano para ejercer el control e impulsar estrategias.